IA: Seguramente tu nuevo BFF (Best Friend Forever)

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IA: Seguramente tu nuevo BFF (Best Friend Forever),es el tema que nos propone nuestro columnista Eduardo Moraga.

Por Eduardo Moraga, Marco MKT


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Existe una creciente histeria colectiva en torno a las inteligencias artificiales que han emergido en los últimos meses, y no es para menos. Chat GPT, por ejemplo, ha sido todo un fenómeno, convirtiéndose en la tecnología digital con la mayor cantidad de usuarios activos, superando los 100 millones en un tiempo récord.

IA: Seguramente tu nuevo BFF

La aparición de estas inteligencias artificiales ha generado un amplio abanico de opiniones que inundan tanto los portales especializados como los no tan especializados. Los titulares se enfocan en los riesgos de la revolución de las máquinas y en la posible disminución de empleos en el corto plazo. Sin embargo, creo que es necesario matizar esta perspectiva.

Es bien sabido que las revoluciones tecnológicas generan cambios y disrupciones en las sociedades, con amenazas, pero también tremendas oportunidades. Si hoy en día viajamos en avión, usamos Uber, agendamos con Alexa, utilizamos Google y disfrutamos de Netflix y YouTube, es precisamente porque hemos superado obstáculos anteriores. Ese impulso de superación es inherente a nuestra especie.

Mi intención no es hacer un análisis exhaustivo del párrafo anterior, para eso recomendaría obras como «21 lecciones para el siglo XXI» de Yuval Harari, «Crear o Morir» de Andrés Oppenheimer, «El Atlas de la Inteligencia Artificial» de Kate Crawford y «En defensa de la Ilustración» de Steven Pinker, entre otros.

Mi punto de vista se relaciona con las oportunidades que esto podría generar para profesionales de diversos campos laborales, tomando en cuenta los conocimientos desarrollados por el célebre economista Daniel Kahneman, premio Nobel de Economía, quien hace aproximadamente 20 años llamó la atención sobre cómo los humanos tomamos decisiones.

En su libro «Pensar rápido, pensar despacio», Kahneman presenta la idea de que la mente humana opera a través de dos sistemas de pensamiento distintos: el Sistema 1 y el Sistema 2.

El Sistema 1 es rápido, automático e intuitivo. Lo usamos para tomar decisiones rápidas y generar respuestas automáticas ante estímulos y requiere poco esfuerzo mental. Este sistema es responsable de nuestras reacciones emocionales, habilidades perceptivas básicas y asociaciones aprendidas. Es eficiente en términos de tiempo y energía, pero también puede llevar a errores y sesgos cognitivos.

El Sistema 2, por otro lado, es más lento, deliberado y más consciente. Lo utilizamos cuando necesitamos resolver problemas complejos, tomar decisiones difíciles o realizar tareas que requieren atención, concentración y un mayor esfuerzo mental. Nos permite reflexionar, analizar, planificar y controlar nuestras respuestas. Sin embargo, también es propenso a la lentitud operativa y puede ser influenciado por el Sistema 1.

En este sentido, me pregunto cómo la inteligencia artificial incipiente, en especial la mencionada anteriormente, podría ayudarnos a coordinar nuestros sistemas de toma de decisiones y si esto tendría un impacto positivo en nuestra productividad.

Precisamente, este tipo de avance tecnológico tiene la capacidad de procesar grandes volúmenes de información y proporcionar respuestas rápidas basadas en datos. Esto es un beneficio invaluable para muchos profesionales, ya que aumenta nuestra capacidad de actualización de conocimientos y acorta nuestras curvas de aprendizaje. Además, nos permite tomar decisiones más informadas y fundamentadas, evitando los sesgos emocionales y cognitivos tan comunes en nuestras tareas diarias, los cuales son parte integral del Sistema 1.

Asimismo, nuestra memoria, una maquinaria extraordinaria que requiere entrenamiento y esfuerzo para mantenerse en óptimas condiciones, podría complementarse (no sustituirla, por supuesto) con estas tecnologías. Nos ayudarían a superar nuestras propias limitaciones al acceder a una amplia gama de información y conocimiento acumulado en diversas áreas. Al interactuar con estas herramientas, podríamos obtener respuestas a preguntas complejas y específicas, recibir recomendaciones basadas en datos concretos y acceder a información histórica, experiencias y muchos otros elementos. Esto enriquecería nuestro Sistema 2, permitiendo que nuestras reflexiones críticas, decisiones y observaciones estén más fundamentadas.

Todas estas herramientas se basan en modelos de aprendizaje automático sofisticados, redes neuronales de gran alcance que aprenden de la experiencia y nos ayudan a ajustar nuestras sugerencias y acciones.

En resumen, considero que nos encontramos en un punto fascinante para evaluar nuestra forma de interactuar en el entorno laboral e integrar estas tecnologías para mejorar nuestra productividad, sobre todo en la toma de decisiones. Según la empresa Goldman Sachs, la inteligencia artificial podría generar un impacto significativo en la productividad. De hecho, se espera que en Estados Unidos esta aumente un 1,5% anual en la próxima década.

Por supuesto, surgirán desafíos en cuanto a la integración de estas tecnologías, que probablemente serán nativas en todas las herramientas dentro de unos meses, como el Copilot de Microsoft. A continuación, comparto una lista de tareas que podrían potenciarse con estas herramientas:

En Marketing:

  1. Generación de contenidos en tiempo real.
  2. Optimización de anuncios.
  3. Análisis de sentimientos en redes sociales y sitios web en general.
  4. Segmentación de audiencias.

En Ventas:

  1. Asistencia automatizada en ventas, con la posibilidad de entrenar modelos que ayuden a responder según los segmentos de clientes.
  2. Gestión de CRM aplicando metodologías automáticas de calificación de prospectos.
  3. Generación de previsiones en tiempo real y sin procedimientos sofisticados.

En Análisis, área en la que me especializo:

  1. Realizar un análisis exploratorio que hoy lleva segundos, será tan simple como lavarse los dientes en el futuro.
  2. Predicción de tendencias: existen herramientas nativas que se encargan de la programación y esto abre un abanico de posibilidades para profundizar técnicamente en los modelos propuestos.
  3. Automatización de informes: crear informes según tus preferencias y enviarlos a través del canal que más te convenga.
  4. Una de las más interesantes para mí es la optimización de procesos. Identificar cuellos de botella en una organización y generar una cadena de valor que maximice la productividad a todos los niveles.

Obviamente, esto también puede representar riesgos. No creo que nos lleve a un mundo utópico. Está claro que la sociedad enfrenta desafíos a todos los niveles, los cuales seguramente se abordarán en otro artículo. Sin embargo, pensar en la inteligencia artificial solo como una amenaza nos lleva a un terreno improductivo en el que estamos perdiendo un tiempo valioso. La IA ya está aquí y es hora de aprovecharla.

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