¿Cómo llegan hoy a leer estas palabras? ¿qué traen consigo en el momento de entrar en LinkedIn? ¿Qué expectativas tienen de lo que van a encontrar acá?
Estas son algunas de las preguntas que muchos de los que hemos asistido a actividades como workshops, summits, programas de desarrollo, capacitaciones, etc, hemos escuchado al comenzar: el check in.
Y quizás muchos también lo hayan encontrado entretenido o interesante e incluso lo hayan llevado a su día a día, comenzando reuniones con algunas de estas preguntas para que las personas participen antes de “entrar en materia”.
Sin embargo, ¿cuántos se han preguntado cuál es poder del check in más allá de que las personas hablen al inicio?
Si traducimos literalmente la expresión el check in implica verificar que las personas “estén dentro” de la reunión. Sin embargo el poder del check in va mucho más allá de sólo verificar, éste nos permite conectar, ser vistos, ser escuchados, reflexionar, sintonizar, ajustar, aclarar… siempre he dicho que podría realizar un taller completo sólo con el check in y el chek out, y lograr de igual manera los objetivos propuestos.
En un artículo anterior, hablé de la importancia de intencionar los espacios nutritivos. Pues bien, el uso del check in es un muy buen ejemplo de ello.
Cuando generamos una pregunta a través del check in, inmediatamente estamos dando forma a un campo emocional específico que puede o no, ser nutritivo para los objetivos que queremos lograr.
¿Y de qué depende que sea nutritivo? Depende de nosotros. De que utilicemos el check in de manera correcta, es decir que lo estructuremos pensando:
- ¿Cuánto tiempo total tiene la reunión y cuánto de éste puedo asignar al check in? Responder esta pregunta nos permitirá estructura la pregunta del check in: su nivel de profundidad, el tiempo que tomará que cada uno responda, la forma en que responderán, si es necesario que todos respondan, etc.
- ¿Cómo conectaremos el check in con el resto de la reunión de manera que apalanque y apoye los objetivos de ésta? Esto implica tener claridad del objetivo de la reunión y con ello en mente, generar un check in que sea un aporte y que conecte, recordando que no todos los check ins deben ser preguntas profundas y reflexivas. A veces necesitamos algo simple que nos permita que las personas lleguen.
- ¿Cuál es el tono emocional que queremos crear con el check in? Esto es realmente importante, porque aquello que emerja en el check in como tono emocional, es lo que quedará a lo largo de la reunión, por lo tanto tener claridad si necesitamos un tono relajado, un tono serio, un tono profundo, conectado, con humor, etc, es algo que debemos considerar.
- ¿Los asistentes a la reunión son un grupo que se conoce y donde hay confianza, o son personas completamente desconocidas? ¿Existe seguridad psicológica en el grupo? Esto también nos ayuda a generar la pregunta de manera correcta, y no caer en la situación de poner una pregunta que puede resultar en una exposición incómoda para algunos y que finalmente nadie hable.
- ¿Es un grupo que está familiarizado con los check in? Lo que da el marco para la profundidad y tipo de check in.
Y cuando tomamos todas estas consideraciones, entonces podemos escoger entre preguntar “Cómo llegan hoy” o bien preguntar “¿Cuál es el aporte que traigo hoy a este grupo?”.
Cuáles son algunos de los posibles aportes del check in a nuestras reuniones:
- Permite que las personas “lleguen” a la reunión, es decir, nos permite generar la presencia, dejando de lado el ruido mental/emocional con el que pueden haber llegado a la reunión. Al centrarse en responder la pregunta y escuchar la respuesta de otros, entonces comenzamos a generar foco, y con ello, presencia. Las preguntas que nos podrían llevar a esto son aquellas que se relacionan con el “cómo llegan”.
- Permite poner la emocionalidad sobre la mesa y con ello movilizarla. Susan David, quien ha desarrollado un trabajo profundo en temas de agilidad emocional, indica que el primer paso para la agilidad emocional se relaciona con el dejar aparecer la emoción. En este sentido, todas las preguntas relacionadas con “qué emoción traen”, permiten que las personas expresen su estado emocional y con ello parte de la carga que traen, disminuya. Además, genera conexión con el resto del grupo. Y por último permite a quien lidera la reunión, tener un termómetro del tono emocional del equipo completo y con ello, generar acciones intencionadas para sostener o movilizar dicho tono.
- Es una forma de generar reflexión sobre temas ya conversados o bien sobre el mismo tema de la reunión, trayendo la atención a ella. Para esto, aquellas preguntas del estilo “qué reflexiones traen sobre el tema tratado la sesión anterior” o “cuáles son sus expectativas con respecto a la reunión de hoy”, permitirán conectar desde un lado reflexivo con las personas. Nuevamente, además de traer el foco y la presencia, estas preguntas entregarán información valiosa para quien lidera la reunión.
- Es una forma de saber cómo están las personas y desde allí generar conexión, empatía, seguridad y confianza. Las preguntas tipo “En una escala de 1 a 10 al cómo llegas hoy, qué nota te pondrías y por qué”.
Y como éstas, hay muchísimas preguntas más, dependiendo de qué cuál es el campo emocional que buscan intencionar.
En los tiempos actuales, donde la gran mayoría del trabajo es a distancia, el check in es una excelente manera de generar cercanía social y emocional, algo que las personas realmente extrañamos y agradecemos.
El check in nos permite generar presencia, foco y compromiso. Y ello se puede lograr de manera presencial o a la distancia.
Utilizar siempre la misma pregunta, acaba agotando su atractivo y aburriendo a las personas, por ello debemos hacer preguntas relevantes, atractivas y con un propósito claro.
Generar preguntas nuevas mantiene la atención y la presencia altas. Por ello siempre debemos tener en mente la importancia del contexto, el propósito y la intención del check in.
Acá les dejo algunas preguntas que he ido recopilando, inventando, replicando a lo largo del tiempo. Espero que les sirvan:
- ¿Cómo llegan hoy? ¿Cuáles son sus expectativas?
- Nombren una cosa que los energiza y alegra.
- ¿Qué cosas sientes que te bloquean hoy para avanzar? (dependiendo del objetivo de la reunión puede ser conectado con el plano personal, familiar o laboral).
- ¿Qué cosas están dispuestos a dejar de lado para lograr estar completamente presentes en la reunión de hoy?
- Desde nuestra última reunión, ¿qué reflexiones aparecieron?
- ¿Por qué están agradecidos el día de hoy?
- ¿Qué expectativas voy a dejar ir hoy?
- En una escala de 1 a 10, qué nota se pondrían en el ámbito laboral, de salud y personal, ¿por qué?
- ¿Cuál es el meme que más te ha hecho reír esta semana? (pregunta especial para Chile en el mes de Julio jajaja)
- Nombra 3 cosas que te apasionan en la vida.
- ¿Qué palabras utilizarías para describir dónde tienes la cabeza en este momento? ¿y dónde tienes el corazón?
- ¿Qué preocupaciones tienen hoy con respecto a lo que conversaremos?
- Del 1 al 10, cuál es el nivel de energía que traen a la reunión.
- ¿Qué traen hoy como aporte a la reunión?
- ¿Cuál es mi super poder y qué me permite?
- Para las reuniones virtuales:
- Haz el check in cambiando tu fondo de cámara por uno que sea realmente significativo para ti y cuéntanos por qué. (permite dar un tono entretenido, de humor y conexión).
- Muéstranos en la cámara tu “pose de poder” y cuéntanos por qué es esa.
- En tu nombre en pantalla, agrega el cómo te sientes hoy.
- En el chat hagan el check in con un emoji.
- Etc…
Recuerden que lo más importante es tener claridad del objetivo de la reunión y desde allí, para qué quieren utilizar el Check In. Qué tipo de campo emocional es el que están intencionando y cómo éste puede facilitar la fluidez y sintonía de la reunión.
Nos vemos después… en el check out!
