Hace poco vi una imagen, en redes sociales, con un texto que me quedó redundando en la cabeza, decía lo siguiente: “Habla con un jefe y verás lo importante que es. Habla con un líder y verás lo importante que eres”, y cuánta razón hay en ello, en mi ambiente laboral, no suelo tener experiencias negativas, e incluso, poco lidio con mis compañeros, pero esto no hace que mi entorno sea el más rosa, esto lo comento porque siempre están mis superiores.
A ver, mis superiores, en el área que me manejo, a veces siento que hablamos en idiomas diferentes, a pesar que mantenemos una comunicación casi a diaria, entonces, mi “queja”, es que, como extranjera, a veces mis expresiones son mal interpretadas, un día le dije a mi superior: no es necesario que me regañes, además que, si no acudo a ti, que estás para ser mi apoyo, ¿a quién acudo?, esas simples palabras, para esa persona dieron pie a decir que yo le estaba exigiendo una solución, lo que efectivamente no era así, a lo que yo me quise referir, y no salieron esas palabras, era que me orientara a ver si mi inconveniente podía tener otra solución, sin caer en el conflicto.
No obstante, en reunión, de forma anónima, me pusieron de mal ejemplo, resulta que soy una trabajadora que pide rescate de parte de sus superiores, cuando mis palabras fueron simplemente mal interpretadas, cumplo a cabalidad con mis funciones, tengo de vez en cuando una que otra confusión y cruce de información, de la cual “temo” pedir un consejo de mis superiores… no creo que sea normal para un trabajador sentirse así, lo gracioso es que tengo cinco años en ese puesto, soy cumplida en mis horarios, en mis funciones, pero cuando sin querer “flaqueo”, en cosas poco relevantes, estoy siendo la peor trabajadora…por lo que me sigue dando vueltas esa frase inicial, y me pregunto, ¿me están dando el valor por mi desempeño?, ¿Estoy lidiando con un jefe o un líder?
