Por Ariadna Garcia, Gerente Comercial y cofundadora de Wibo
El lenguaje de negocios no tiene género: No hay duda de que el emprendimiento es una gran herramienta fundamental para avanzar más rápido hacia el cierre de la brecha de género, porque permite aumentar el ingreso de mujeres al mundo laboral, al mismo tiempo que las hace crecer como profesionales. Ante esto, ¿cómo impulsar a que más mujeres lleven a la práctica aquellas ideas que tienen para cambiar la sociedad? La prioridad uno es el trabajo conjunto entre el mundo privado, público y académico, sin duda. Pero el lenguaje de negocios es también un impulsor clave.
Lo mejor del caso es que el lenguaje de negocios no tiene género. Para emprender, la clave está en que tu producto/servicio tenga un propósito claro. Generalmente los emprendedores buscamos dar solución a las principales problemáticas de la sociedad, por lo tanto, es natural tener un propósito fuerte. La innovación suele ser parte de todo lo que hacemos.
Sin embargo, más importante aún que el propósito es saber comunicar esa razón que mueve a la empresa. Y aquí entra el lenguaje de negocios. Como emprendedoras debemos ser capaces de relatar de forma efectiva cuál es el valor que agregamos y cómo se alinea a nuestro propósito. Esto es parte un storytelling efectivo en el cual los números deben ser parte vital. Debemos ser claras respecto de cómo nuestra propuesta o proyecto realmente genera valor.
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Digo que el lenguaje de negocios no tiene género, porque va ligado directamente con los resultados y la estrategia, una lengua común, que no tiene sesgos. Cuando un negocio es bueno, lo es por los resultados que entrega. En eso no hay género.
La verdad es que el género no determina si creemos con pasión en algo y o si podemos transmitirlo de forma convincente. El secreto está en la seguridad en cómo das a conocer el propósito de lo que creaste y la certeza de que es una solución a un problema. Hoy contamos con miles de herramientas tecnológicas que nos pueden ayudar a transmitir mensajes de forma convincente.
Esta semana de la mujer invito a todas a trabajar en su lenguaje de negocios y en las oportunidades que nos entregan las tecnologías para crecer. De esa forma, esa idea que tienen rondando en su cabeza hace meses, quizás años, se puede convertir en una realidad. Así nacerán grandes emprendedoras. Hay que perder el miedo y lanzarse a la aventura. El mundo del emprendimiento es fascinante y nos abre puertas para crecer como profesionales y mujeres.
