Por Juan Carlos Barturen, Human Resources VP de Equifax para Latam
En el marco del mes de la mujer, es importante reconocer que ellas siempre han tenido mayores obstáculos que los hombres para insertarse en el mercado laboral, acceder a empleos de calidad, sostener sus trayectorias y tener puestos de liderazgo y de toma de decisiones. Esta es una realidad insoslayable de la cual todos debemos hacernos cargo.
En particular, el campo de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (STEM, por sus siglas en inglés), es uno de los sectores con menor participación femenina, ya que las mujeres solo representan entre el 10% y el 15% de la fuerza laboral. A esto se suma que, según la ONU, quienes se desempeñan en esta área reciben, en promedio, un 10% menos de sueldo que la media.
Las niñas y jóvenes se encuentran con barreras para orientarse a disciplinas STEM desde temprana edad: existen estereotipos de género que afectan su confianza e interés en el ámbito científico y tecnológico, lo que lleva a que solo unas pocas elijan una carrera del área. De hecho, solo el 3% de los estudiantes que se matriculan en cursos de tecnología de la información y comunicación (TIC) en todo el mundo son mujeres. Este es un hecho preocupante si consideramos que se trata de una de las áreas más relevantes en el marco de la Cuarta Revolución Industrial.
En Equifax estamos comprometidos con la inclusión de las mujeres en todos los ámbitos del campo laboral. En el mundo, el 44% de nuestros colaboradores son mujeres. En Chile, tenemos el Santiago Development Center (SDC), un centro de desarrollo tecnológico de última generación que se dedica a la ingeniería digital y creación de software para la transformación que lleva a cabo Equifax a nivel mundial. Ahí, de los 265 colaboradores el 18% son mujeres. Pero queremos seguir avanzando y abrir más puertas al talento femenino del mundo de la tecnología.
Todos podemos promover la inserción de más mujeres en ciencia y tecnología. En nuestro ámbito privado, impulsando a las niñas y jóvenes a romper el sesgo de género y atreverse a incursionar en un área tradicionalmente masculina. Y en el laboral, las organizaciones deberían avanzar en la contratación de más mujeres, de modo de aportar a abrirles el camino del futuro.
Asimismo, en la medida en que las niñas y jóvenes admiren y tengan referencias líderes en el sector a través de las redes sociales (Linkedin, Twitter, Medium, Youtube, conferencias o webinars), empezarán a reconocer buenas prácticas que ellas mismas pueden llevar a cabo para integrarse al sector. Ya existen redes de mujeres en tecnología, en donde hay relaciones de mentoría y donde se comparten conocimientos y experiencias. Ese es un buen punto de partida.
