En estas semanas se está discutiendo en México una iniciativa que ayude a frenar los altos niveles de inflación que está mostrando el país, de los más altos en los últimos 21 años, y que consiste en regular y el control de precios de 24 productos básicos de consumo de los mexicanos.
Control de precios
Se está en plenas negociaciones con los grandes fabricantes y productores para lograr llegar a un acuerdo en los precios, o bandas de precio, en los que se deberían mover estos 24 productos en los próximos meses.
Claramente puede ser una iniciativa que ayude, especialmente a la base de la pirámide que son los más afectados por estos fuertes incrementos de precios, a mejorar el poder adquisitivo de esta parte de los mexicanos y que su dinero logre rendir un poco más, aunque también este tipo de iniciativas pueden generar una serie de complicaciones o distorsiones importantes en el mercado. Analicemos algunas de ellas:
- Fijaciones o controles económicos en un sector siempre generan impactos en otros sectores de la actividad económica: cuando alteramos la “mano mágica” que regula la oferta y demanda de los productos de un sector siempre termina generando impactos colaterales en este mismo sector o en otros sectores económicos. Lo ideal siempre, desde una perspectiva económica, es que los mercados se autorregulen basados en oferta y demanda.
- Impactos más de corto que de largo plazo: normalmente los beneficios de este tipo de iniciativas son de corto y mediano plazo más que de largo plazo. Por lo tanto, se hacen grandes esfuerzos para lograr acuerdos, pero los beneficios se van diluyendo en el tiempo por varias razones: incrementos en otros productos no regulados se comen los beneficios de estos regulados, el control de precios se puede volver imposible de mantener en el tiempo por incrementos de precios en insumos básicos no controlados, cambios en la demanda de los productos por parte de los consumidores como medida de ajuste, etc.
- Presión de precios de insumos básicos que dificultan su implementación: un ejemplo claro de esto es lo que actualmente está sucediendo en el mundo con los precios de los fertilizantes que se han venido encareciendo por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania puesto que Ucrania es de los principales proveedores de fertilizantes del mundo. Este conflicto está absolutamente lejos de nuestro control y con ello del incremento de precios de los fertilizantes. ¿Cómo harán los agricultores mexicanos para que estos incrementos no afecten su estructura de costos y puedan seguir vendiendo sus productos a un precio fijo? Claramente esta tensión no es sostenible en el tiempo y puede generar una presión al alza de precios o simplemente la quiebra de muchos productores.
- Diferente margen de acción entre grandes y pequeños fabricantes o productores: claramente las grandes compañías tienen un margen de acción mucho mayor. Podrían perder dinero en algunos de estos productos regulados, pero recuperar vía otros productos de su mismo portafolio. Los pequeños productores, supongamos dependientes solo de uno de estos productos, pueden verse claramente afectados sin mayor margen de acción para hacer subsistir sus negocios.
- Impacto de problemas de seguridad en los precios: nuestro mercado tiene una particularidad y es que por temas de seguridad (robos, extorciones, etc.) los precios de muchos productos se ven afectados puesto que los fabricantes o agricultores deben incurrir en fuertes inversiones en seguridad para asegurar que sus productos lleguen a sus destinos. ¿Cómo se atacará este punto desde la iniciativa de regulación de precios y más cuando es un fenómeno que escapa de cualquier regulación posible?
En definitiva, una iniciativa que en su esencia es noble y útil, aunque seguramente enfrentará grandes desafíos.
