Cómo migrar de forma exitosa a la nube

Por Fernando Sinagra, Director Ejecutivo líder de Cloud para Accenture Hispanoamérica

Producto de la pandemia, migrar a la nube se ha convertido en una necesidad para las empresas. Pero ¿cómo impulsar la estrategia adecuada? Lo recomendable es desarrollar un enfoque dinámico diseñando el camino hacia la nube, en 3 etapas: migrar, acelerar y crecer. Abordar, de forma integrada y orientada a la estrategia, la planificación y priorización permite tener un mayor impacto más rápidamente. Las empresas deben tener foco en las capacidades necesarias para abordar en paralelo la eficiencia operacional, el crecimiento y la innovación.


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La primera etapa es migrar, es decir, establecer la base inicial de la nube mediante la migración del mapa de sistemas existente. Se trata de retirar, mantener, volver a alojar o rediseñar las aplicaciones actuales. En esta fase es posible alcanzar hasta un 30% de reducción de costos. La siguiente etapa es acelerar. Pasar a una plataforma de arquitectura nativa en la nube y orientada a los datos con un modelo operativo ágil. Aquí las adoptan sistemas modernos y nativos de la nube. En esta fase es posible aumentar hasta en un 20% la agilidad organizacional.

En este punto, la armonización y la calidad de los datos son fundamentales para el éxito. El primer paso en el camino hacia la mejora de las operaciones, los análisis y la información, es comprender los retos actuales de la gestión de datos de la empresa. Hay que desarrollar una estrategia de datos sólida que abarque la calidad, migración y gobierno de datos, debiéndose hacer antes de ejecutar en los sistemas una estrategia de decomiso, rehost y/o replatform.

La alineación entre el negocio y sus procesos, los modelos de datos y la estrategia de integración es fundamental para garantizar una arquitectura sólida para lograr el cambio rápido y la innovación continua. Es importante contar con una arquitectura empresarial que establezca las directrices para la expansión de la nube e incorpore un modelo de datos consistente, así como un enfoque integrado.

Finalmente, en la tercera etapa el objetivo es crecer, es decir, aprovechar al máximo los servicios nativos en la nube para crear nuevas fuentes de ingresos. Con soluciones nativas de nube, las empresas pueden crear pilotos y escalar nuevos modelos de negocios, esto apalancado con la capacidad de una rápida innovación data-driven.

Las empresas que adoptan un enfoque «ágil» pueden dominar de manera más efectiva el cambio y acelerar la captura de valor. En primer lugar, se pueden obtener ganancias rápidas al migrar aplicaciones más pequeñas que necesitan un rediseño mínimo de la plataforma a un entorno en la nube. Paralelamente, las empresas comienzan a transformar procesos claves y a mapear los respectivos sistemas a la futura plataforma en la nube.

Los cambios en el modelo operativo son necesarios porque la infraestructura y las aplicaciones en la nube operan de forma diferente, utilizan procesos distintos y requieren funciones, métricas y normas de gobierno de datos diferentes. El grado de cambio dependerá de la estrategia ejecutada para la migración a la nube. La mejor manera de renovar el modelo operativo de cloud es mediante un equipo dedicado que se centre, no sólo en los aspectos técnicos de la migración y el desarrollo de la nube, sino también en los aspectos organizacionales y culturales que apoyen las nuevas formas de trabajo. Nuevas habilidades y capacidades, mindset y comportamientos serán necesarios en toda la empresa, no sólo en TI.

Estas tres etapas de la migración a la nube no son secuenciales ni mutuamente excluyente. No existe una solución mágica para definir cómo debe ser un modelo operativo post-nube. Cada transformación debe abordar el contexto existente de la empresa y esforzarse por crear capacidades preparadas para el futuro con una interrupción mínima de las operaciones actuales. Lo que está claro es que el caso de valor para la nube no debería ser simplemente «lift and shift». También debe provocar un cambio fundamental en la forma que el C-level asesora a la empresa.

Y ¿por qué avanzar? Porque la nube impulsa el crecimiento y la innovación. Es la base de la reinvención empresarial y permite aumentar la eficiencia operativa, ya que ayuda a la organización a tomar mejores decisiones más rápidamente, basadas en el análisis de datos en tiempo real.

Así también, teniendo en cuenta las estrategias medioambientales de las empresas, el aprovechamiento de una infraestructura de nube pública suele reducir la huella de carbono de la empresa. De hecho, las infraestructuras en cloud pueden ser de tres a cuatro veces más eficientes desde el punto de vista energético que los data centers empresariales, tanto por contar con hardware más eficiente como por el mayor uso del mismo.

Por lo tanto, el futuro y presente de las empresas está y debe estar en cloud.

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