Claudio Torres: Smart City: Ciudades Sustentables

Pantalla digital, IoT, patentes esenciales

El futuro de las ciudades actualmente apunta a la generación de centros urbanos cada vez más inteligentes, que cuenten con tecnología sofisticada para disminuir el gasto energético y que logre entregar seguridad a la comunidad. Asimismo, existe una mayor conciencia respecto a la lucha por la disminución de la huella de carbono que diariamente personas y empresas están dejando.

Una Smart City, o ciudad inteligente, incluye no sólo una mejora en la conectividad o tecnología, sino también una responsabilidad cívica por parte de las personas en generar una vida más sustentable. Es decir, se trata de tendencias que contemplan tecnologías de información y de comunicación para mejorar la forma en que se habita y se trabaja en ella de una manera sustentable.


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Índices como el CIMI de IESE Business School, muestra que estas redes deben estar al servicio de la comunidad en aspectos como Capital Humano, Cohesión Social, Economía, Gobernanza, Movilidad y Transporte, Medio Ambiente, Planificación Urbana, Proyección Internacional y, por supuesto, Tecnología. Si bien se trata de una definición amplia en general, se espera que utilizando las redes de datos, se interconecten los diferentes servicios públicos como seguridad, salud, transporte, y educación -por nombrar algunos- de modo que puedan interactuar en conjunto para mejorar la calidad de vida de las personas que viven en una ciudad sin perder de vista el impacto sobre el medio ambiente.

Sin duda, lo anterior deja la conectividad de redes como elemento fundamental sobre el cual se sustentan todos estos objetivos. Actualmente se espera que cerca del 70% de la humanidad esté en un espacio urbano para el 2050, la inversión en una Smart City no se trata de un lujo sino más bien de una necesidad. Se espera que el mercado en este segmento supere los 2,5T de dólares para el 2025 y su potencial no solo es de mejores tecnologías sino de una mejor forma de vida.

El sector público, por su parte, espera entregar un mejor manejo del tránsito, mejores condiciones de vida como espacios más seguros y limpios, para lo cual el sector privado debe desarrollar tecnologías que puedan ayudar al logro de estos objetivos utilizando más y mejores herramientas de manera eficiente, resilientes y seguras.

¿Cómo hacerlo posible? Hoy existen productos que permiten conectar a las personas con esta forma de plantear el futuro, como por ejemplo las casas inteligentes que cuentan con routers que ya no solo ofrecen conexión a internet, sino que permiten que el usuario obtenga una completa experiencia mediante su uso.

Dispositivos que permitan cobertura inteligente, WiFi más rápida y menos congestionada para mejorar la experiencia de navegación, tecnología MESH y antenas de alta ganancia y soporte MIMO, son algunas de las tecnologías que favorecen la consolidación de una Smart City partiendo desde la base: los hogares y las personas.

Si bien la comunicación de datos es primordial en una Smart City, también lo es la educación cívica. Temas como resiliencia de los servicios públicos o el esfuerzo por disminuir la contaminación pueden mejorar con la ayuda de los sistemas TI, pero no sirven de nada si la comunidad no se compromete con ello, y eso parte con Smart Citizens velando porque esos objetivos se cumplan, gestionando también con estas nuevas tecnologías su entorno más cercano, así temas de conectividad en el hogar que parecen fuera del espectro de una Smart City se vuelven en extremo relevante ya que son los ciudadanos los que interactuando entre ellos y con los servicios de la ciudad dan el verdadero carácter de Smart City a una ciudad.

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