La forma de trabajar, de compartir y de colaborar cambió para siempre. Estar 45 horas semanales en la oficina ya no será una obligación, sino una opción previamente acordada. Sin embargo, falta mucho por avanzar. Según el último Barómetro de la Brecha Digital Social realizado por la Subsecretaria de Telecomunicaciones, la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UAI y Con@cción, en Chile existe una evidente brecha de acceso a conectividad, relacionado a infraestructura, velocidad y calidad de los servicios ofrecidos por diferentes compañías. Por otro lado, hay temor o desconocimiento a la hora de manejar las diferentes herramientas digitales, lo que amplía aún más la desigualdad.
El estudio da cuenta de una dura realidad: así como las empresas no estaban preparadas para poner en marcha el teletrabajo, los hogares tampoco. En ese sentido, urge avanzar en la implementación de las condiciones mínimas para el trabajo remoto, por lo que los líderes empresariales y tecnológicos están rediseñando sus formatos de trabajo a una fuerza laboral híbrida. Esto hace necesario que los trabajadores tengan cierto entendimiento de temas como ciberseguridad y conectividad.
Y es que el teletrabajo y el trabajo híbrido son grandes oportunidades para las personas ya que entregan flexibilidad y espacios para compatibilizar distintas dimensiones de la vida cotidiana. Pero para que sea efectiva y aplicada en más compañías, debe integrar metodologías que faciliten las condiciones para que éstas sean un aporte y no una dificultad.
Para un futuro laboral híbrido, es fundamental que las organizaciones cuenten con una infraestructura de TI adecuada. Esta debe ser óptima, dinámica, flexible, confiable y con el soporte necesario para crecimientos futuros.
Hoy tenemos la oportunidad de construir algo aún mejor: más inclusivo y creativo, con una experiencia virtual incluso mejor que la presencial. Y una fuerza de trabajo dual que se combina perfectamente con el espacio de trabajo híbrido, ya sea en la oficina o a miles de kilómetros de distancia.
Por Claudio Ortiz Welsch – Gerente General de Cisco Chile e integrante del Proyecto Conacción
