Por Claudia Pichuante, Senior Manager de Strategy & Consulting de Accenture Chile
Las nuevas tecnologías están cambiando rápidamente la forma en que se hace el trabajo y cómo se realizará en el futuro. Las habilidades que eran relevantes hace cinco años pueden no serlo en cinco meses, y ciertamente no en cinco años más. De hecho, el Foro Económico Mundial estima que para 2025, 85 millones de puestos de trabajo pueden ser desplazados por las máquinas. Pero también pueden surgir 97 millones de nuevos roles debido al imperativo de que las personas y la tecnología trabajen juntas.
En este contexto, nunca ha habido una necesidad más urgente de que las organizaciones en Chile y el mundo piensen en el futuro y proporcionen a sus colaboradores los recursos necesarios para prepararse para estas nuevas oportunidades. Y, para esto, la tecnología es clave.
Actualmente, los conocimientos basados en datos y las capacidades de inteligencia artificial (IA) permiten hoy a las empresas evaluar los roles y las habilidades dentro de su organización en comparación con su competencia y la industria en general. De esa forma, pueden anticipar las brechas, identificar los roles que serán necesarios en el futuro y las secuencias de aprendizaje más efectivas para alcanzar sus objetivos.
A través de la data e IA, las organizaciones pueden hoy ofrecer contenido de aprendizaje personalizado a su gente en formatos fáciles de usar. Con el aprendizaje continuo, los empleados pueden adoptar nuevas formas de trabajo, lo que en última instancia ayuda a las organizaciones a diversificar las habilidades en toda la fuerza laboral. De esa forma, pueden garantizar que su gente -y su negocio- no sólo siga siendo relevante, sino que también crezca mientras la sociedad y el mundo de los negocios se transforman.
Las empresas chilenas reconocen el desafío que se viene por delante respecto de la fuerza laboral. En un estudio reciente de Accenture, 85% de los ejecutivos de nuestro país dijo estar de acuerdo con que debe preparar hoy a sus colaboradores para trabajar en conjunto con las nuevas tecnologías. Sin embargo, en el mismo reporte, las empresas locales son en la región las que menos proyectan inversiones en este ítem -con un 64%-, mientras el promedio de América Latina alcanza un 84%.
Avanzar es urgente. Según nuestras estimaciones y de País Digital, 51% de los roles que conocemos hoy desaparecerán en el país en los próximos ocho años. Sin embargo, tenemos la oportunidad de crear un 38% de nuevos puestos de trabajo mientras, al mismo tiempo, impulsamos el crecimiento del país. Si es que Chile comienza a preparar hoy a las personas para trabajar en conjunto con las nuevas tecnologías podemos agregar al PIB US$ 13 mil millones hacia el año 2030.
La oportunidad/desafío está latente. No hay tiempo que perder. El sector público y privado tienen un importante rol que cumplir para que los chilenos puedan mantenerse competitivos en un mercado laboral caracterizado por el trabajo conjunto entre humanos y máquinas. Un “futuro” laboral que está vez más en el presente.
