De pequeños, podemos aprender de nuestros padres y nuestro entorno familiar, regularmente se trata de las reglas básicas de interacción social, los valores, la disciplina. A pesar de que muchos no aprueban la lección, seguiremos a la escuela.
En la escuela nos enseñarán habilidades técnicas, oficios y tareas, reforzarán disciplina, trabajaremos en equipo, respetaremos normas, cumpliremos con las reglas y seguiremos procedimientos. Descubriremos talentos y nuevas pasiones. A pesar de que muchos no lo logren, obtendrán su certificado y conseguirán un empleo.
En la empresa podremos seguir aprendiendo, requeriremos los valores de casa (los hayamos aprendido o no) aprovecharemos la disciplina reforzada en la escuela (la hayamos obtenido o no) y tendremos que interactuar con otros para lograr objetivos (aunque no hayamos sido buenos en ello durante la universidad) y si aún en este nivel de la vida no hemos aprendido a hacerlo, llegarán las consecuencias. ¡Los golpes de la vida!
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La escuela más costosa, la que cobra en tiempo y dinero que en ocasiones no tenemos, la que cobra en oportunidades perdidas, en amistades fracturadas y negocios que se van por el drenaje. ¡La escuela de la vida!
Esa en la que si no apruebas la lección, te la ofrecen nuevamente, hasta que decidas aprobarla.
Ya sea con la familia, en la escuela, el trabajo o la vida misma, siempre estamos aprendiendo.
¿Estás de acuerdo?
