Álvaro Parker: El valor de la cultura organizacional a distancia

Hombre en habitación, mesa con laptops, pantalla de computadora y libro

Uno de los desafíos más complejos para las empresas tras el inicio de la pandemia ha sido el ser capaces de continuar la cultura organizacional a distancia. No sólo debido a la falta de conocimiento general, respecto a cómo deben adecuarse para trabajar bajo este formato, sino también porque los liderazgos han tenido que volverse dinámicos para adaptarse rápidamente y lograr el compromiso y productividad de sus colaboradores desde la casa.

Bajo el contexto actual, y de cara al futuro, toda cultura organizacional debe ser inclusiva, considerando opiniones y mesas de discusión con participación de diferentes niveles de la estructura para que todos se sientan parte. A través de diferentes dinámicas, las empresas deben ser capaces de identificar qué es lo que motiva a cada uno de sus miembros, y trabajar esos propósitos como algo transversal y motivacional.


Banner_frasco-suscripcion-800x250

Esto es especialmente cierto en el caso de los profesionales que se han ido sumado recientemente a las empresas y no han tenido la oportunidad ni de conocer a sus compañeros o de ir a la oficina. Para que puedan ir absorbiendo la cultura de la organización, se debe trabajar con un equipo de Recursos Humanos que sea estratégico, desde un rol de Business Partner.

En esta vorágine no debe olvidarse que, si bien la tecnología es una herramienta importante, no reemplaza lo que genera el componente físico en una reunión con un cliente, proveedor o incluso en una charla de feedback para un colaborador. Por eso, el proceso de ingreso debe ser bien estructurado, con etapas de reuniones 1 a 1 con personas clave de la empresa que puedan transmitirles la esencia de la cultura y una buena experiencia de ingreso.

Un aspecto que sí se está abordando actualmente en las empresas es el de la salud mental y física de los trabajadores, incluyendo presupuestos que van desde clases de Yoga por Zoom hasta apps que dan momentos de relajación. Claramente para las empresas que sigan sin enfatizar este aspecto dentro de su cultura organizacional, van a tener un proceso de adaptación muy duro, en términos de retención de profesionales talentosos.

A futuro, muchas compañias volverán a trabajar presencialmente, otras estarán en un sistema híbrido y definitivamente algunas se mantendrán para siempre en modalidad de teletrabajo. En cualquiera de esos casos, la cultura organizacional es el ADN de una empresa, y cuando está bien definida y estratégicamente trabajada, puede lograr un alto compromiso en las personas y un mayor nivel de productividad.

A estas alturas, no es sólo una relación transaccional lo que espera el colaborador, sino que esperan saber qué propósito tiene la empresa, qué impacto social y en el ambiente también es capaz de desarrollar. Por eso, ser eficientes en la comunicación de la cultura, tanto en lo físico como en lo virtual, va a ser el pilar de crecimiento de la empresa.

Banner_azules
Reciba las últimas noticias de la industria en su casilla:

Suscribirse ✉