2022: Qué esperar en conectividad, tecnología y el mundo digital

Ramiro Herrera Director de Carriers Lumen Technologies, Chile

Tras dos años de pandemia y una transformación digital que se ha visto impactada por ésta, el 2022 se aventura con nuevos desafíos y cambios en el área tecnológica y de recursos humanos.

 

Según los últimos datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT)[1], el incremento en el uso de Internet a escala mundial en 2021 alcanzó a 4.900 millones de usuarios. En el caso de las conexiones a través de celulares, la GSMA en su Reporte sobre La Economía Móvil en América Latina[2] prevé que entre 2020 y 2025, los operadores móviles de América Latina invertirán más de USD 73.000 millones en sus redes, con una porción cada vez mayor destinada al 5G.


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Las comunicaciones y redes digitales son una tendencia e infraestructura que rápidamente se multiplican a nivel global. Según las predicciones de un informe de CCS Insight[3], se espera que las conexiones de redes 5G, mundialmente, alcancen los 1.34 mil millones en 2022.

Este crecimiento en las necesidades de una mejor conexión se relaciona con el trabajo híbrido, que hará que muchas personas trabajen desde lugares distintos a la oficina. Y lo cierto es que varias empresas están ofreciendo como parte de los beneficios asociados a una posición la oportunidad de trabajo híbrido. Esto genera un estrés evidente sobre las redes de acceso domiciliaria ya que las personas necesitan un nivel de servicio estable.

Pero no es lo único que requiere una buena conexión, la Internet de las Cosas también impactará en esta necesidad de una mejor conectividad y menor latencia[4], dado que los sensores inteligentes seguirán allanando el camino para mejoras de automatización en una variedad de industrias, así como un mayor uso de la nube y el desarrollo de 5G. La inteligencia artificial, blockchain, la computación de borde y otras tecnologías están impulsando los desarrollos de IoT.

Por ello en los próximos meses y años veremos cómo los proveedores de servicios deberán monitorear y adaptar sus redes para soportar las olas individuales de conectividad y los requisitos de los consumidores cuando ocurran. Esto no será fácil para los operadores, pero podría impulsar la innovación y un despliegue más rápido en áreas que anteriormente podrían haber estado al final de su lista.

Otro punto importante es la seguridad; según Gartner[5] la inversión en seguridad de la información y gestión de riesgos ascenderá a los 172.000 millones de dólares a nivel mundial en 2022. Esta tendencia destaca principalmente por la necesidad de mejorar las medidas de control y protección de equipos remotos, incluyendo los dispositivos móviles, ya que estos pueden resultar ser los puntos más vulnerables y podrían comprometer la seguridad de los sistemas y la información de las organizaciones.

En paralelo, IDC prevé que para el año 2025[6] el 55 % de las organizaciones habrán migrado sus sistemas de protección de datos a un modelo centrado en la nube para administrar de forma centralizada la protección de datos central, perimetral y en la nube desde la misma nube.

Lo que nos lleva al avance que ha tenido la nube en los últimos años. A medida que las organizaciones avanzan en sus viajes híbridos y multinube, su enfoque también varía respecto a qué cargas de trabajo van en qué sitio. Si bien al principio las empresas trasladaban cargas de trabajo simples, hoy están evaluando la migración de cargas de trabajo más complejas y de misión crítica en su proceso de modernización.

La multinacional IDC prevé que para el año 2025, el 85 % de las organizaciones utilizará software e infraestructuras basadas en la nube.

Una de las muchas razones por las que las organizaciones están adoptando cada vez más un enfoque híbrido y multinube es para mitigar el riesgo de la concentración de proveedores conforme aumentan las amenazas cibernéticas. Con la protección de datos como prioridad, las empresas también favorecerán la seguridad diseñada con un solo punto de control para obtener acceso a una visión integral de las amenazas y mitigar la complejidad en el próximo año.

La cuarta revolución industrial y la transformación digital, llegaron para quedarse y hoy más que nunca se perciben los cambios en la vida de las personas y el impacto de los avances tecnológicos.

De hecho, este impacto en la vida de las personas se puede percibir en las áreas de recursos humanos, según estimaciones globales de IDC, entre 2020 y 2024 existiría una demanda de capital humano superior a 10 millones de profesionales TI en el mundo[7]. La tecnología digital seguirá creciendo cada vez más rápido. Hasta ahora lo que sabemos es que las tecnologías están cambiando el mundo y serán fundamentales al año  2030 para la vida, el desarrollo personal y lo laboral.

Por último, sugiero, abrazar alguna (s) tecnología digital: conectividad de redes, inteligencia artificial, realidad virtual y aumentada, ciberseguridad, big data, Fintech, aprendizaje automático, computación cuántica, blockchain, transformación digital, robótica, laboratorio de entrenamiento remoto, nuevas que aún no conocemos y, certificarse en ellas, serán crucial para el trabajador del futuro[8]; knowmads[9], en el mundo real del siglo XXI. Además, dichas tecnología, nos ayudarán a bajar brechas de alfabetización digital, manejo de la información, de pobreza, de género, edadismo, entre otras.

 

Por Ramiro HerreraDirector de Carriers Lumen Technologies, Chile

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