Omnicanalidad: En Argentina crece la modalidad de estudiar a distancia

Antes de que comience la cuarentena obligatoria, la Universidad Católica Argentina se anticipó y sustituyó sus clases presenciales por la modalidad remota. Paralelamente, la entidad educativa incrementó su inversión en tecnología con el objetivo de brindar un servicio de calidad a sus alumnos.

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​El coronavirus obligó a que más de 11 millones de chicos, entre jardín, primaria y secundaria, se queden sin clases. Además, hay que sumar a los miles de alumnos universitarios que también se vieron perjudicados por los efectos de la pandemia. La única solución en el horizonte para no interrumpir el aprendizaje es la modalidad de estudiar a distancia.

Esta alternativa dejó en evidencia a muchas entidades educativas que no estaban preparadas para ofrecer una educación de calidad en forma online. Si bien varias universidades ya contaban con algunos cursos a distancia, el dictar la totalidad de carreras bajo esta vía, con sistemas tecnológicos acordes al contexto que se atraviesa, parecía algo difícil.

En ese sentido, la Universidad Católica Argentina se anticipó a lo que estaba por venir. Cuatro días antes de que se dictara la cuarentena obligatoria, la UCA sustituyó las aulas, bancos y pizarrones por plataformas online para asegurar la mejor educación a sus alumnos. Para ello, la institución se tuvo que mover en tiempo récord para garantizar que todos accedieran a contenidos de calidad. Invirtió en el desarrollo de sistemas acordes con los requerimientos que esta modalidad exige, aumentando sensiblemente el número de licencias para uso de software y equipamiento tecnológico, entre otras cosas.

«La educación virtual ya existía en la UCA como una estrategia educativa antes de la pandemia, con tecnología y capacitación de profesores en esta modalidad. La pandemia obligó a que se suspendieran las clases presenciales y toda la educación se concentró bajo la modalidad virtual. Cuando las autoridades sanitarias lo decidan, al desaparecer el riesgo para nuestros alumnos y docentes, retomaremos las clases presenciales que seguirán complementándose con educación virtual y otras estrategias innovadoras a fin de mejorar la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje”, destacó Miguel Ángel Schiavone, Rector de la Universidad Católica Argentina.

La experiencia virtual de la UCA
La universidad cuenta con docentes especializados en su plataforma EVA (Entornos Virtuales de Aprendizaje) en todas las unidades académicas de las cuatro sedes (Buenos Aires, Mendoza, Paraná y Rosario), así como con un equipo de especialistas que están acompañando a los profesores en este desafío. Casi la totalidad de los profesores cuentan con aulas EVA como apoyo a las clases presenciales.

¿Cómo funciona? La plataforma EVA-UCA, donde están alojadas las aulas virtuales de todas las cátedras, incluye un aplicativo para tablets y teléfonos celulares, y está enlazada con la biblioteca digital de la universidad por lo que permite acceder a todo el material disponible en formato electrónico.

La infraestructura de esta plataforma tuvo que ser ampliada por un grupo de ingenieros para soportar a la totalidad de los alumnos en línea. Además, se subieron todos los materiales de clases. En paralelo, la UCA incrementó el número de licencias de software, lo que permite, por ejemplo, que los profesores puedan dar clases sincrónicas.

También cabe destacar que cada aula física tiene un aula con tecnología Zoom homónima con ingreso desde el campus de docentes y alumnos, respetándose así los cronogramas de dictado de clases en cada una de las unidades académicas. Docentes y alumnos se encuentran en la plataforma en el mismo día y horario que el de las clases físicas.

Pero más allá del soporte educativo, la universidad además amplió el apoyo en su Centro de Atención Integral al Alumno, con capacidad para atender a estudiantes en forma remota. Este centro puede recibir consultas en forma omnicanal, por teléfono, mail y redes sociales, de manera organizada gracias a la adquisición de un software específico para esa tarea. Las personas contratadas trabajan en forma remota.

Con el objetivo de acatar las normas dispuestas por el Gobierno Nacional que buscan cuidar la salud de los argentinos, la UCA amplió también la capacidad de conexión de los empleados para que pudieran trabajar desde sus hogares por medio de redes privadas virtuales (VPN) y realizaran su trabajo en forma colaborativa de la misma manera que si estuvieran en los campus.

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