Inteligente, ágil, centrada en el cliente y sostenible, con estas palabras podemos definir la nueva forma de entender la cadena de suministro en la industria de Gran Consumo para esta nueva década que comenzamos
Según el informe ‘Global Consumer Industry’ de Deloitte, las cadenas de suministro deberán afrontar esta transición a través de diferentes palancas como la Omnicanalidad, la gestión de la complejidad, la sostenibilidad y la excelencia en el nivel de servicio.
La logística Omnicanal continuará siendo una de las tendencias principales especialmente en Retail, donde se buscará ofrecer al cliente una experiencia sin fisuras. Durante este año, el comercio ‘online’ entre empresas va a duplicar al comercio ‘online’ dirigido al consumidor final por lo que las compañías deberán intensificar sus esfuerzos para posicionarse en los nuevos canales de venta. En el área de logística, las principales innovaciones incluirán el desarrollo de redes de suministro flexibles, la incorporación de soluciones para mejorar la visibilidad del inventario, la construcción de modelos de costes de distribución basados en la proximidad y la implementación de soluciones para la distribución de última milla que, aunque costosas, resultarán vitales.
Recientemente, durante una reunión de alto nivel entre directivos de la cadena de suministro se situó a la gestión de la complejidad entre las principales preocupaciones debido al esfuerzo para adaptarse a un mercado con intereses de corta duración y cada vez más diversos. La búsqueda de una experiencia que permita al cliente diferenciarse impacta en el desarrollo del producto donde se busca ofrecer un resultado que se adapte a las tendencias del momento. Ajustar los centros productivos a una gestión de lotes de producción más cortos y un portafolio más amplio estará entre los principales esfuerzos de desarrollo. En concreto, las soluciones de planificación integrada y la digitalización de los procesos de coordinación entre ventas y operaciones serán claves en esta etapa.
Gobiernos, industrias y compañías alrededor de todo el mundo están adquiriendo serios compromisos para reducir residuos y emisiones de CO2 en un entorno en el que la sociedad ve la sostenibilidad como una emergencia social de alcance global. En los últimos dos años la cadena de suministro ha realizado cambios valientes para reducir la huella de carbono y asumir su responsabilidad en el impacto ambiental de sus actividades clave como el transporte o el almacenaje. La innovación en la gestión de instalaciones con energías renovables y la adquisición de vehículos con bajas emisiones en la distribución urbana son algunos ejemplos tangibles. En los próximos años veremos cómo las compañías tratarán de buscar el retorno del esfuerzo realizado y cambiarán el modelo actual hacia otro en el que el compromiso con el entorno forme parte del valor añadido y el marketing del producto. En este contexto, las tecnologías de ‘Blockchain’ van a permitir ofrecer al consumidor final transparencia y garantías de todo el proceso de suministro y producción.
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