«La omnicanalidad mal entendida puede ser un coladero de dinero», afirma Jaume Miquel.
El presidente y consejero delegado de Tendam, Jaume Miquel, señaló ayer que el sector textil se enfrenta a desafíos como el cambio climático, que hace que ya no existan dos temporadas marcadas, o la necesidad de conseguir rentabilidad en un contexto de presiones sociales en aumento. «El cliente omnicanal consume un 50% más, pero mal entendida puede ser un coladero de dinero».
Miquel, que participó en la asamblea anual de Anged, señaló que «no hay un modelo único» para afrontar la digitalización, que definió como la «mayor transformación del retail en 1.000 años», aunque señaló que en el caso de Tendam la estrategia para hacer frente a este desafío de una forma rentable se basa en una mezcla de «datos, fidelización y capilaridad». Por ejemplo, el directivo puso en valor que fidelizar al cliente supone, por ejemplo, que sepa «cuál es su talla en tus marcas, lo que reduce la devolución online del 40% al 24%».
De igual forma, la capilaridad de la red de tiendas es una ventaja competitiva que genera sinergias con el mundo online. «El 60% de nuestros clientes recoge sus pedidos online en tienda y el 75% va a los establecimientos para hacer sus devoluciones», lo que tiene una repercusión directa sobre los gastos de la compañía: «Recibir el producto en tienda tiene un coste logísticvo de 0,3 euros, mientras que llevarlo a la casa de los clientes nos cuesta entre dos y tres euros de media», señaló el presidente y consejero delegado de Tendam.
Por último, el directivo consideró que
En un entorno tan complejo y desafiante como el actual, «tienes que decidir qué batallas quieres dar porque los recursos son limitados». En ese sentido, comparó la tecnología con «el brunch de un hotel de cinco estrellas. Hay mucho donde escoger, pero tienes que elegir qué comes».
