El Retro Marketing se trata de conectar tu marca con conceptos o ideas positivas del pasado. El objetivo es asociar la marca con los sentimientos de comodidad y seguridad que desencadenan esas ideas o recuerdos. Si bien el concepto no es nuevo, se ha vuelto más popular en los últimos tiempos y lo utilizan empresas de todos los tamaños y en todas las industrias, desde Netflix hasta McDonald’s. Y eso es porque funciona.
Estudios sobre la memoria autobiográfica, el sistema de memoria que rastrea los episodios de nuestras vidas, han demostrado que cuando recordamos episodios de nuestro pasado, volvemos a experimentar las emociones vinculadas a los episodios originales. Entonces, si esos recuerdos fueron positivos (piensa en momentos despreocupados de nuestra infancia, cenas familiares divertidas, viajes por carretera o noches de juegos con amigos, etc.), es probable que experimentemos la misma alegría.
Las campañas de Retro Marketing recuerdan a los consumidores esos episodios que alguna vez los hicieron sentir bien. A medida que reviven la experiencia, es probable que también extiendan esos sentimientos de calidez a su marca para llevarlos atrás en el tiempo. Eso es un win-win para todos.
Desde Gen Z hasta boomers, cada generación tiene recuerdos que son especiales para ellos. Dos profesores de marketing, Morris Holbrook y Robert Schindler, realizaron varios estudios sobre el Retro Marketing a principios de los 90 y descubrieron que los consumidores prefieren fuertemente los productos estéticos (como películas y música) asociados con su juventud, específicamente, productos que existían entre principios y mediados de los veinte.
Por lo tanto, vuelve a visitar la infancia y la juventud de tus clientes e identifica personas y objetos que les gustaría volver a ver, así como eventos y tendencias que les gustaría revivir. Provoca ese efecto Ratatouille, aquel que produce en quien lo experimenta un vuelo al pasado instalado en el ensoñamiento, en las vivencias que se agarran a los espacios huecos de la memoria para esconderse de la limpieza de recuerdos y salen a saludar ante determinados impactos recibidos por cualquiera de nuestros sentidos, ese efecto, es mágico.
Asegúrate de elegir tendencias que se alineen con los valores de tu negocio: una de las trampas de revisar el pasado como estrategia de marketing es que podría fracasar fácilmente si se hace incorrectamente. Por ejemplo, sería mejor evitar recordar recuerdos que podrían desencadenar controversias o llevar a conversaciones altamente polarizadas.
Ya sea que estés vendiendo a Gen Z o millennials, vincular recuerdos positivos con tu marca puede ayudarte a crear conexiones emocionales duraderas con tus clientes. Hagas lo que hagas, mantente fiel a los valores de tu marca y utiliza la nostalgia de formas divertidas y auténticas para generar campañas de Retro Marketing que sean todo un éxito.
