Neuromarketing: cómo evitar ser un comprador compulsivo

 

Hoy es el Black Friday, una jornada especial que hemos importado de Estados Unidos –allí se celebra desde los años 50– y que conlleva una serie de grandes descuentos en productos que lleva a muchas personas a adelantar sus compras navideñas y a permitirse más de un capricho que en otros días no se daría. Pero… ¿realmente son productos que se necesitan o nos estamos llevando todos por un movimiento colectivo que lleva a nuestra mente a comprar de forma compulsiva sin necesitar realmente lo que estamos adquiriendo?

Para saberlo, primero hay que tener claro qué es un comprador compulsivo. La adicción a las compras afecta a millones de personas en todo el mundo occidental. Los expertos la describen como la sensación de verse obligado a gastar dinero independientemente de la necesidad o los medios financieros de los que se disponga, aunque lo cierto es que hay una cierta controversia en la comunidad científica porque no todos la consideran un trastorno oficial.


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Lo que sí se sabe es que la persona que padece esta condición, experimenta el mismo tipo de satisfacción en el cerebro que aquellos que consumen comida compulsivamente, drogas o cualquier otro producto que active los circuitos de recompensa de su cerebro.

Síntomas y soluciones

Algunos de los síntomas que pueden hacer sospechar que una persona compra de forma compulsiva son, por ejemplo, el hecho de ocultar lo que se ha comprado, o dar a entender que se tiene mucho dinero para poderlo gastar en todo tipo de productos. Se suelen obsesionar con la compra diaria o semanal, o adquieren productos como vía de escape para contrarrestar una situación de estrés que les supera.

Cuando lo hacen, sienten una especie de euforia o emoción intensa que luego suele desvanecerse y que no vuelve a surgir hasta que se adquiere un nuevo producto. Al mismo tiempo, desarrollan sentimientos de arrepentimiento o remordimiento por lo que hacen, aunque no lo pueden parar, aún incluso si tienen deudas y viven por encima de sus posibilidades.

La adicción a las compras puede ser difícil de tratar, porque es necesario hacer compras de vez en cuando; artículos como ropa, alimentos, productos personales… Por lo tanto, es difícil dejar de comprar. Lo mejor en estos casos, como en cualquier otra adicción, es acudir a un especialista para llevar a cabo una terapia específica.

Shopping

Generalmente se llevan a cabo terapias conductuales al mismo tiempo que se aprenden a identificar los desencadenantes que generan en la persona la necesidad de comprar. En muchos casos, la adicción a las compras puede provenir de problemas emocionales más profundos. En el caso de que sea por una depresión, la prescripción de antidepresivos puede resultar muy eficaz en estos casos.

También es importante crear una red de apoyo de amigos y familiares para que se puedan superar loss problemas y seguir así viviendo una vida normal. En este sentido, una buena opción cuando alguien siente que la situación se le está escapando fuera de su control, es ceder la gestión de sus finanzas a otra persona que le genere confianza y que le pueda ayudar a controlar el impulso.

 

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