Neuromarketing: Así funciona el efecto de «fiesta cóctel»

Mujer observando pantalla digital neuromarketing

¿Has conseguido entender lo que te dice un amigo en una fiesta, en mitad de toda la algarabía y el ruido? Aunque no captaras la frase completa, seguro que has conseguido oír lo suficiente para saber qué quería decir, el sentido de su locución. Si es así, estás experimentando el efecto de fiesta cóctel, la capacidad para aislar y atender a los estímulos auditivos en un entorno en el que es complicado hacerlo.

Este efecto es muy adaptativo, por lo que muchos científicos se han interesado por su funcionamiento. En un cóctel, por ejemplo, sería la capacidad para aislarse de todo el ruido, la música y las voces para centrarse en una conversación.


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Si quieres conocer mejor cómo funciona este efecto, aquí puedes hacerlo. Además, también verás un repaso sobre las bases neurales que lo sustentan. No pierdas ojo.

¿Qué es el efecto de fiesta cóctel?

Este efecto ocurre cuando la persona enfoca su atención auditiva en un estímulo acústico en particular, filtrando el resto de aquellos que puedan producir interferencia. No siempre es una voz en medio del ruido, como indica el nombre del efecto, sino que funciona con cualquier estímulo.

En este fenómeno se distinguen dos elementos: el estímulo objetivo y el fondo acústico en el que está integrado. El efecto de fiesta cóctel es involuntario e inconsciente, por lo que da la sensación de que el estímulo relevante resalta sobre el ruido, cuando en realidad está integrado en él.

Las teorías de la atención selectiva, como la de Broadbent y Kahneman, ya habían explorado la capacidad de discriminar estímulos objetivos sobre un fondo ruidoso.

Algunos ejemplos de esto son escuchar el propio nombre en una conversación ajena que suena de fondo o darte cuenta de que suena una canción conocida mientras participas en una conversación. En todos los casos, un estímulo que es relevante para el sujeto resalta sobre el ruido sensorial auditivo y se capta de manera individual y automática.

Bases neurológicas

Este sesgo hacia los sonidos relevantes tiene un valor adaptativo crucial y que se ha encontrado en otras especies. Por ejemplo, reconocer las pisadas de un depredador disimuladas por el sonido del viento puede constituir la diferencia entre la vida y la muerte.

El mecanismo cerebral que da lugar al efecto de fiesta cóctel ha sido de gran interés para los experimentadores precisamente por su carácter automático y primitivo. Las bases neurológicas del mismo se encuentran en la corteza auditiva primaria, en el hemisferio derecho.

Esta área cortical, situada en el giro temporal superior derecho, contiene una red neuronal implicada en la localización de sonidos ambientales. Esta red abarca el giro frontal inferior, surco parietal superior y surco intraparietal. Las funciones de todas ellas intervienen en el cambio atencional, el procesamiento del habla y el control de la atención.

No obstante, el efecto de fiesta cóctel funciona únicamente bajo condiciones de audición funcional y binaural, pues se requiere de los dos oídos para ello. En el siguiente apartado tienes detallada esta condición y el porqué de que algunas personas con pérdida auditiva no puedan experimentar este efecto.

Condiciones de audición para el efecto de fiesta cóctel

Para que el efecto de fiesta cóctel ocurra es necesaria la audición binaural, es decir, escuchar correctamente por ambos oídos. Esto es así porque aislar un sonido de otro requiere poder localizar hasta dos fuentes de sonidos, además de localizarlos en el espacio y poder dotarles de propiedades acústicas, como el tono o el volumen.

Las personas con audición reducida, total o parcial, tendrán serias dificultades para localizar fuentes de sonido y aislarlas satisfactoriamente de otras, como el ruido de fondo. Estos sujetos sufren mayores distracciones por los sonidos ambientales y les cuesta centrarse en las conversaciones en lugares concurridos o ruidosos.

Situaciones cotidianas, como ir a un centro comercial o a una reunión familiar, pueden ser muy frustrantes para estos pacientes. El efecto de fiesta cóctel es uno de esos engaños de nuestro cerebro que nos hace la vida más fácil, y perderlo puede ser motivo de que la calidad de vida descienda.

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