Según publica el portal Lamenteesmaravillosa.com Psicosis, Los otros, El silencio de los corderos o Shutter Island son grandes obras maestras del cine que han conquistado a espectadores de todo el mundo. Y es que estos filmes son capaces de mantenernos pegados a la pantalla, conteniendo la respiración y expectantes por saber cómo se desarrollará la trama. Si eres un amante del thriller, el misterio y la intriga, sabrás a qué sensación nos referimos. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo reacciona el cerebro a las películas de suspense?
Conocer la respuesta a esta cuestión nos ayudará a dilucidar por qué este género cinematográfico resulta tan adictivo y apasionante. De hecho, según un estudio realizado por AMC Networks International, el mismo se sitúa como el segundo preferido por los españoles, solo por detrás de la ciencia ficción. Pero, ¿qué lo hace tan especial? La clave puede encontrarse en nuestro cerebro.
Definiendo el suspense
Antes de analizar cómo reacciona el cerebro a las películas de suspense, es interesante repasar en qué consiste este género. Y es que la clave del mismo no se encuentra en dar sustos al espectador, o en generar breves momentos de sorpresa. Por el contrario, busca generar un clima de intriga sostenido, haciendo partícipe a quien observa de la escena que está teniendo lugar.
Sabes que algo relevante va a suceder, pero no sabes cuándo ni de qué modo se desenvolverán los personajes. Tampoco cómo se desarrollará el acontecimiento. Por lo mismo, es esta expectación ante el desarrollo de la trama lo que te mantiene alerta, impaciente y en estado de tensión.
En otras palabras, se le proporciona al público la información necesaria previa para que pueda anticipar ciertos desenlaces “desagradables”; pero no la suficiente para eliminar ese importante elemento de incertidumbre. Así, el género del suspense logra como ningún otro captar y mantener el interés del espectador.
¿Cómo reacciona el cerebro a las películas de suspense?
Las anteriores son las sensaciones que experimentas mientras disfrutas de un buen thriller. Pero, ¿qué está pasando en tu cerebro mientras tanto? Hay varias investigaciones que han estudiado dicho fenómeno y cuyos hallazgos nos permiten acercarnos a la respuesta. Y es que, según parece, se producen importantes efectos en la atención, la percepción y la memoria.
El suspense absorbe nuestra atención
En primer lugar, se ha encontrado que el suspense altera el procesamiento visual. En un estudio, varios voluntarios observaron fragmentos de películas de este género al tiempo que, en la periferia de la pantalla, se mostraban tableros de ajedrez parpadeantes.
Los investigadores vieron como, durante los momentos en que aumentaba el suspense narrativo, se producían curiosas alteraciones en el patrón de activación cerebral. Concretamente, se reducía la actividad en el surco calcarino anterior (relacionado con el procesamiento de la periferia visual) y aumentaba la actividad en los nodos de la red de atención ventral (asociada al procesamiento visual central). Es decir, el suspense narrativo produce un estrechamiento de la atención o reduce el alcance del enfoque atencional.
Nos implica en la narrativa
¿Alguna vez te has encontrado gritándole a la pantalla, como queriendo decirles a los personajes qué hacer para zafarse de su desafortunado destino? Este es otro de los grandes logros del cine de suspense, y es que compromete al espectador con la narrativa, lo implica de una forma profunda en lo que está viendo.
En otras palabras, este género evoca la participación del espectador en nombre de los protagonistas en peligro. Y esto no solo ocurre en el cine. Por ejemplo, durante la lectura de un libro, los lectores se involucran en la resolución de problemas cuando un personaje enfrenta una situación incierta e intrigante. Igualmente, cuando vemos películas de suspense también iniciamos este mismo proceso de participación mental.
Impacta nuestra memoria
Una última curiosidad respecto a cómo reacciona el cerebro a las películas de suspense tiene que ver con la capacidad de recuerdo. Y es que se ha visto que los momentos de alto suspense se recuerdan con más facilidad y precisión posteriormente. Esto puede deberse a esa capacidad de las escenas y la narrativa para involucrarnos completamente en lo que está sucediendo y despertar nuestra alerta.
El cerebro reacciona a las películas de suspense ayudándonos a evadirnos
Todos los anteriores hallazgos arrojan una conclusión clara: las películas de este género capturan nuestra atención, nos mantienen continuamente reorientándonos hacia lo que ocurre en pantalla y abstrayéndonos del resto.
De este modo, ni los ruidos en la habitación ni las preocupaciones de la vida diaria tienen cabida en nuestra mente durante esos momentos. Quizá es por esto por lo que tantas personas se declaran amantes del suspense.
