La neurociencia del amor

Corazones de papel

Alguna vez has dicho o escuchado la frase “el amor no es para mí”, o algo como la canción del compositor y cantante mexicano, Juan Gabriel, “yo no nací para amar”, o que simplemente no crees en el amor, pero al final resulta que luego de un tiempo te interesas nuevamente por alguien, y aunque no lo creas, el estar enamorado es benéfico para tu cuerpo, el amor en general es una gran motivación y activa diferentes partes del cerebro.

La doctora Paola Flores Rodríguez, jefa de Neurociencias Aplicadas del Consejo Mexicano de Neurociencias, afirma que se activan diferentes partes del cerebro dependiendo del tipo de amor, sin embargo “lo que pasa en la etapa de enamoramiento, es impresionante”, llegan emociones tan intensas como la felicidad y satisfacción, pero también otro tipo de pensamientos sexuales, de atracción, de agresividad, obsesión y hasta fantasía.


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“Te apasionas con esa persona en extremo, tanto que cometemos el error de idealizarlo, esa es la parte en la que nos perdemos y quitamos los pies de la tierra” señaló la especialista, incluso no solo tienes presente el concepto de felicidad, gastas mucha energía, con sensación de euforia, sensación de saciedad, de ser invencible, porque te llena de energía vital.

El amor es motivación

El amor es algo que te motiva cada día al despertarte o levantarte, ya sea para otra persona o para ti mismo, brinda felicidad acompañada de esa estimulación para continuar, se liberan sustancias químicas como la adrenalina o la serotonina, esta última conocida como el neurotransmisor del amor.

También liberas otras sustancias, como la oxitocina, que da la sensación de alerta e hiperacitvidad, ese estímulo de que puedes con todo, como si tuvieras súper poderes. Otra sustancia química que se produce, es la vasopresina, que permite el aumento de la temperatura del cuerpo y que el metabolismo se acelere. Igual se libera dopamina, que es la produce la sensación de enamoramiento y todo eso que pasa en el cerebro, es necesario para que se mantenga activo.

Aunque todo lo anterior que produce el amor, puede considerarse positivo por los beneficios para nuestro cerebro, hay personas que están negadas a enamorarse y dicen firmemente “no me quiero enamorar, porque me van a romper el corazón” o no les gusta demostrar lo que verdaderamente sienten, aun así, muchos sí lo hacen.

¿Por qué volvemos a enamorar?

A pesar de malas experiencias, es normal que las personas vuelvan a enamorarse, tener pareja o hasta casarse, la explicación a esto, es que el cerebro es tan sabio, que se queda con los momentos felices, ganan los buenos momentos en la parte inconsciente.

Por ese mismo motivo el cerebro ignora cuando alguien de tus amigos o familia te dicen que tal persona no te conviene, “te avientas a realizarlo con toda la energía del mundo”. Pero eso no quiere decir que se debe hacer caso omiso a las banderas rojas, siempre tiene que activarse el instinto de supervivencia, y debe aprenderse de los errores, enamorarse de sí mismo, para que venga una relación mejor.

Enamorarnos libera tantos neurotransmisores y es parte de la naturaleza, no se puede decir que alguien no va a comer, no va a respirar, no se va a enamorar, porque el cerebro lo requiere, y por eso es necesario correr ese riesgo, solo así sabremos si vamos a terminar con el corazón roto o quizá no, y solo practicando se llega a la perfección, expresó la doctora.

Asimismo se debe recordar que no solo hay un tipo de amor, hay muchos, y son diferentes de una persona a otra, por ejemplo, un tipo de amor es el de una madre a un hijo, que es incondicional, pero dentro de la pareja igual hay varios tipos, y se tiene que aprender a descubrir cuál es el que a ti te acomoda.

Muchas personas prefieren el amor apasionado, pero a otras les hace daño y se sienten mejor con un amor más tranquilo que los pueda acompañar, donde cada quien tiene su espacio, porque la idea no es no amar, sino saber cómo amar.

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