La música y sus efectos en nuestro cerebro

mujer mirando por la ventana escuchando música

Cuando se trata de lo melodiosa que puede llegar a sonar la música, el cerebro tienen sus propias formas de embelesarse descifrando la información que le llega desde los oídos. La música parece tener su propia llave para colarse entre los red neuronales de forma peculiardesencadenando una serie de emociones diferentes. Es por esto que los neurocientíficos se han preguntado los mecanismos que se generan en el cerebro a partir de escuchar melodías y han encontrado un intrigante sistema de predicción/reconocimiento.

A partir de dos estudios, los investigadores brindan una nueva mirada sobre cómo puede funcionar la imaginación musical. A través de electroencefalogramas (EEF), las investigaciones analizaron la actividad cerebral de músicos profesionales para echar un vistazo colorido a cómo se comportan las redes neuronales.


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El poder de la imaginación musical

El primer estudio se centró en 21 músicos profesionales mientras imaginaban melodías de Bach. “La imaginación musical es la audición interna voluntaria de música en la mente sin necesidad de acción física o estimulación externa”, escriben los autores del estudio. En ese sentido, analizaron el comportamiento del cerebro sin música de por medio y al utilizar un método conocido como regresión durante el EEG, los investigadores encontraron que “las señales neuronales imaginadas se pueden predecir con precisión, de manera similar a la tarea de escuchar, y fueron lo suficientemente sólidas como para permitir la identificación precisa de la pieza musical imaginada del EEG”.

Con anterioridad ya se sabía que imaginar melodías es suficiente para activar ciertas regiones del cerebro, pero no se comprendía qué tan cercano es este comportamiento al hecho mismo de escuchar música. Específicamente ya se conocía la capacidad cerebral de adelantarse a la música y predecir la siguiente nota. Pero con este primer estudio, se pudo comprobar que tanto al escuchar, como al imaginar música, el cerebro se comporta de la misma forma, prediciendo.

Un sistema de predicción

Para el segundo estudio, se realizaron ambos procedimientos, tanto escuchar como imaginar melodías de Bach. Una vez más comprobaron lo que el estudio 1 ya había observado, pues luego de las que señales EEG se alinearan con la estructura musical, se observaron exactamente la misma actividad tanto para el proceso de imaginación como para el proceso de la escucha.

Además, durante las pausas musicales la actividad cerebral continuó, lo que lleva a concluir que los oyentes estaban ocupados imaginando la nota siguiente. En otras palabras, no hay información sensorial durante el silencio y la música imaginaria, por lo que la única respuesta es que dicha actividad provenga del sistema de predicción/reconocimiento.

“Encontramos que las respuestas predictivas imaginadas se cooptan de forma rutinaria durante la escucha continua de música”, cuando las predicciones resultan inexactas, escriben los autores. Es decir, que existe una mayor actividad cerebral cuando los sonidos son menos predecibles, lo que podría explicar por qué las disonancias y las notas inesperadas, pueden generar sentimientos de emoción en sus escuchas. Los grandes músicos utilizan estas disonancias para crear su arte y así, generar sorpresa y admiración por su música.

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