La influencia de los productos de belleza en nuestras emociones

Es posible que hayas oído hablar de este término, sobre todo si cuentas con cierto interés sobre tratamientos de belleza, cosmética o productos para el cuidado de la piel. Su popularidad en la sociedad ha ido in crescendo en los últimos años, gracias en gran parte a los diferentes estudios que han visto la luz y que han reafirmado su efectividad. Nos referimos, como no podía ser de otra manera, a la neurocosmética.

Este concepto hace referencia a la conexión que existe entre la piel y el sistema nervioso. A la capacidad que puede tener un producto cosmético para crear impulsos nerviosos capaces de cambiar el estado de ánimo, con una función no sea simplemente superficial sino que incida de una u otra manera, en nuestro bienestar psíquico, gracias a su sensorialidad.


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No es tanto el producto en sí, una crema o un aceite para el rostro, el éxito de los neurocosméticos, que además de cuidar la piel, de nutrirla o regenerarla, también despiertan estímulos emocionales, está en los ingredientes, los perfumes, colores o texturas con las que cuenta.

La aromaterapia, relación directa con la neurocosmética

Según apunta la propia Yuste, Ana Yuste, directora técnica de Aromatherapy Associates, las emociones vividas a través de los productos de neurocosmética dependen de la combinación de olfativa que tenga, provocando sensaciones diferentes, pudiendo ser más placentera, más estimulante, relajante, o incluso más sedante. «Los cosméticos se adaptan dependiendo de la necesidad emocional y física de cada persona, de ahí que siempre se recomiende realizar un test olfativo para conocer al detalle las necesidades específicas», argumenta Ana Yuste, directora técnica de Aromatherapy Associates.

La aromaterapia, una alternativa basada en el uso de productos aromáticos, como los aceites esenciales u otros compuestos, con el único objetivo de mejorar el bienestar psicológico o físico​, pone el foco en el sentido del olfato, vinculado al cerebro, a los recuerdos y emociones. Los aromas, según manifiesta Ana Yuste, directora técnica de Aromatherapy Associates, pueden desencadenar respuestas emocionales e incluso físicas y permiten un recordar una experiencia vivida, lugares y personas. Es por ello que son muchos los que asocian directamente esta técnica con la neurocosmética.

«Después de un tratamiento de aromaterapia, usar la misma mezcla en casa ofrece beneficios adicionales ya que el vínculo entre la memoria y el olfato significa que la mente y el cuerpo «recuerdan» los beneficios del tratamiento profesional», apunta la experta.
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