La importancia de la neuroplasticidad en la comunicación organizacional. Según publica el portal escoeuniversitas.com En un contexto en el que el cambio es inevitable en el ámbito político, económico y social, es crucial que las empresas puedan adaptarse rápidamente al entorno que las rodea. En ocasiones, estos cambios requerirán que los líderes naveguen por transformaciones culturales y estratégicas dentro de sus organizaciones a una velocidad sin precedentes, liderando equipos comprometidos para garantizar la supervivencia y el éxito de la empresa.
La neuroplasticidad organizacional, un concepto derivado de la neurociencia, se refiere a la capacidad del cerebro para modificarse y adaptarse. La idea obsoleta de que el cerebro se estructura en cierta etapa de la vida y no cambia a partir de entonces ha sido refutada por las investigaciones científicas. De hecho, el cerebro está en constante cambio, creando nuevas conexiones sinápticas, redes y circuitos, e incluso generando nuevas neuronas. Cada vez que aprendemos algo nuevo o memorizamos información, estamos creando conexiones y circuitos cerebrales.
Siguiendo la metáfora de «La Empresa es como un Cerebro», planteada en un artículo anterior, podemos afirmar que la neuroplasticidad en una organización se refiere a su capacidad de adaptabilidad, eficiencia y resiliencia estructural.
¿Fluye la comunicación eficientemente en tu organización?
Una organización con una buena neuroplasticidad se fundamenta en una combinación compleja de factores que incluyen su estructura, cultura y procesos internos. Sin embargo, la calidad de la comunicación y las relaciones dentro de la organización son fundamentales. La «salud» de estos factores garantiza que las líneas de comunicación y la claridad de los mensajes sean eficaces, funcionando de manera confiable y a gran velocidad.
Es importante que las organizaciones identifiquen los puntos en los que son vulnerables a la ineficacia comunicativa y tomen medidas para prevenirlos.
Cómo los líderes aprovechan la neuroplasticidad en la comunicación organizacional
Generación rápida de ideas: Los buenos líderes son capaces de generar una gran cantidad de ideas, descartando las que no funcionan y perseverando hasta encontrar la solución adecuada para cada situación y contexto. Esta capacidad de «neuroplasticidad organizacional» les permite adaptarse rápidamente a los desafíos.
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Escucha activa y preguntas abiertas: La práctica de la escucha activa, en la que los líderes se centran completamente en escuchar lo que los demás tienen que decir, es una habilidad fundamental que debe desarrollarse. Es común que los líderes exitosos, una vez en la cima, se centren más en transmitir mensajes que en escuchar. Sin embargo, los grandes líderes son receptivos a la sabiduría colectiva de las personas que los rodean. Crear espacios para conversaciones con el equipo y formular preguntas abiertas amplía el pensamiento y fomenta la comunicación efectiva.
Aprovechar la diversidad de pensamiento: Es esencial que los líderes eviten los sesgos internos y busquen opiniones externas, más allá de su círculo inmediato de amigos y colegas. Fomentar la diversidad de pensamiento es clave para un liderazgo seguro y ágil. Todos tenemos puntos ciegos, ideas preconcebidas y sesgos de confirmación que hacen que nuestro cerebro prefiera cierta información sobre otras. Explorar una amplia gama de opiniones desafiantes compensa el riesgo de perder o descartar ideas e información crucial.
Fortalecimiento de las conexiones: Las conexiones neuronales débiles se debilitan y desaparecen con el tiempo, mientras que las conexiones y redes que se mantienen activas se refuerzan. Un buen líder se asegura de que las redes de comunicación en la organización se mantengan activas en todas las direcciones, desde la alta dirección hasta la base y viceversa. Un «cerebro» bien interconectado garantiza la inteligencia colectiva de la organización.
En resumen, la neuroplasticidad en la comunicación organizacional es fundamental para adaptarse a los constantes cambios del entorno. Los líderes deben fomentar una comunicación efectiva, aprovechando la diversidad de pensamiento y fortaleciendo las conexiones en la organización. La capacidad de adaptarse y evolucionar rápidamente permitirá a las empresas sobrevivir y prosperar en un mundo en constante cambio.
