El poder del «humor» en la publicidad

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El poder del «humor» en la publicidad. Según publica el portal mercadonegro.pe   ¿Qué tienen en común el cerebro, el humor y la publicidad? A primera vista, puede parecer que no mucho, pero lo cierto es que estos tres elementos están íntimamente relacionados. El humor es una de las herramientas más poderosas para captar la atención, generar emociones y persuadir al público. Y el cerebro es el órgano encargado de procesar y responder a los estímulos humorísticos. En este artículo, vamos a explorar cómo funciona el humor desde una perspectiva neurológica y cómo se puede aplicar a la publicidad para crear campañas más efectivas y memorables.

Cerebro y humor

El humor es una forma de comunicación que tiene como objetivo provocar la risa o la sonrisa en el receptor. El humor se basa en la incongruencia, es decir, en la presentación de situaciones o ideas que rompen con las expectativas o las normas lógicas. El cerebro humano está constantemente buscando patrones y coherencia en la información que recibe, por lo que cuando se encuentra con algo inesperado o absurdo, se produce un efecto sorpresa que desencadena una reacción emocional positiva. El humor también implica un proceso cognitivo de resolución de problemas, ya que el receptor tiene que entender el sentido oculto o el doble sentido del mensaje humorístico.


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El humor tiene múltiples beneficios para el cerebro y para el bienestar psicológico. El humor activa diversas áreas cerebrales relacionadas con la atención, la memoria, la creatividad, el razonamiento y la empatía. El humor también libera endorfinas, dopamina y serotonina, que son neurotransmisores que producen sensaciones de placer, felicidad y relajación. El humor reduce el estrés, mejora el estado de ánimo, fortalece el sistema inmunológico y favorece las relaciones sociales.

El humor como estrategia publicitaria

La publicidad es una forma de comunicación persuasiva que tiene como objetivo influir en las actitudes y los comportamientos de los consumidores. La publicidad se enfrenta al reto de captar la atención de un público saturado de información y de diferenciarse de la competencia. El humor es una estrategia muy eficaz para lograr estos objetivos, ya que genera un impacto emocional positivo en el receptor, aumenta el recuerdo y la simpatía hacia la marca y facilita el contagio viral del mensaje. El humor también puede ayudar a superar las posibles resistencias o barreras que el público pueda tener hacia el producto o el anunciante.

Sin embargo, no todo vale a la hora de usar el humor en la publicidad. Es importante tener en cuenta algunos factores que pueden condicionar el éxito o el fracaso de una campaña humorística. Por ejemplo:

Tipo de humor

Existen diferentes tipos de humor, como el sarcasmo, la ironía, la parodia, el absurdo, etc. Cada uno de ellos tiene sus ventajas y sus riesgos, dependiendo del público al que se dirige, del producto que se promociona y del contexto cultural en el que se inserta. Es fundamental conocer las preferencias y los valores del público objetivo y adaptar el tono y el estilo del humor a ellos.

Congruencia

El humor debe estar relacionado con el producto o la marca que se quiere vender, de forma que refuerce su posicionamiento y su personalidad. El humor no debe ser gratuito ni arbitrario, sino que debe tener un propósito claro y coherente con el mensaje publicitario.

Relevancia

El humor debe aportar valor al receptor, ya sea informando, educando, entreteniendo o inspirando. El humor no debe ser una distracción o un obstáculo para comprender el beneficio o la ventaja del producto o la marca.

Originalidad

El humor debe ser creativo y sorprendente, evitando los clichés, los estereotipos y las bromas gastadas. El humor debe generar una experiencia única y memorable para el receptor.

Humor y percepción de marca

Pero ¿cómo afecta el humor a la percepción de la marca? El humor puede tener un efecto positivo o negativo, dependiendo de cómo se use y de cómo se interprete. El humor puede mejorar la imagen de la marca si:

  • Es congruente con el producto o la marca que se quiere vender, de forma que refuerce su posicionamiento y su personalidad.
  • Es relevante para el receptor, ya sea informando, educando, entreteniendo o inspirando.
  • Es original y creativo, evitando los clichés, los estereotipos y las bromas gastadas.
  • Es respetuoso con el público y con los valores sociales, evitando ofender o ridiculizar a nadie.

Por el contrario, el humor puede dañar la imagen de la marca si:

  • Es incongruente con el producto o la marca que se quiere vender, de forma que genere confusión o contradicción.
  • Es irrelevante para el receptor, ya sea distrayendo, aburriendo o confundiendo.
  • Es repetitivo y predecible, siguiendo los mismos patrones o fórmulas.
  • Es irrespetuoso con el público o con los valores sociales, provocando rechazo o indignación.

5 Consejos para utilizar el humor en tu campaña publicitaria

Aquí te damos algunos consejos para que puedas aprovechar al máximo el potencial del humor:

1.Define tu público objetivo

Antes de crear tu mensaje humorístico, debes conocer bien a tu público objetivo, sus preferencias, sus valores, sus necesidades y sus expectativas. Así podrás adaptar tu tono y tu estilo de humor a lo que les gusta y les interesa.

2.Define tu producto o marca

También debes tener claro qué quieres vender, cuál es tu propuesta de valor, tu personalidad y tu posicionamiento. Así podrás elegir un tipo de humor que sea congruente con tu producto o marca y que refuerce su imagen.

3.Define tu objetivo

Además de divertir, tu mensaje humorístico debe tener un propósito claro, ya sea informar, educar, entretener o inspirar. Así podrás crear un humor relevante para tu público y que aporte valor a tu producto o marca.

4.Sé original y creativo

Evita los clichés, los estereotipos y las bromas gastadas. Busca formas nuevas y sorprendentes de usar el humor, jugando con las palabras, las imágenes, los sonidos o los formatos. Así podrás generar una experiencia única y memorable para tu público.

5.Sé respetuoso

No ofendas ni ridiculices a nadie con tu humor. Respeta los valores sociales y culturales de tu público y evita los temas sensibles o polémicos. No es necesario que te arriesgues al rechazo o la indignación de tu público.

En conclusión, el cerebro, el humor y la publicidad son tres elementos que se complementan y se potencian mutuamente. El cerebro es el responsable de procesar y reaccionar al humor; el humor es una forma de comunicación que estimula y beneficia al cerebro; y la publicidad es un ámbito en el que el humor puede ser un recurso muy valioso para conectar y persuadir al público. El humor es, sin duda, una de las claves para crear publicidad eficaz y divertida.

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