El liderazgo y la influencia de los sesgos cognitivos. Según publica el portal escoeuniversitas.com La relación entre el liderazgo y los sesgos cognitivos es estrecha. Por lo tanto, es crucial que los líderes sean conscientes de sus sesgos para minimizarlos y tomar decisiones más objetivas, acertadas y justas, especialmente en el entorno empresarial actualmente desafiante.
Los sesgos cognitivos son patrones de pensamiento que pueden influir en la percepción, el juicio y la toma de decisiones de una persona de manera inconsciente.
Estos patrones de pensamiento son el resultado de simplificar y codificar la información que recibimos diariamente. Si tuviéramos que realizar un proceso exhaustivo de búsqueda de información, análisis y síntesis para cada estímulo externo o interno, nuestro cerebro no podría manejarlo. Por lo tanto, los sesgos o atajos mentales son necesarios y nos permiten procesar y comprender el mundo de manera más eficiente.
Sin embargo, en ocasiones, estos procesos mentales simplificados o atajos pueden llevar a decisiones y juicios incorrectos o inexactos.
Existen numerosos tipos de sesgos cognitivos, con alrededor de 200 definidos, que afectan la forma en que una persona interpreta la información, recuerda eventos pasados, valora las opciones disponibles y toma decisiones.
Aquí hemos seleccionado los sesgos cognitivos más comunes en el liderazgo. ¿Te identificas con alguno?
Sesgo de confirmación: Este sesgo cognitivo es uno de los más frecuentes en el liderazgo. Se refiere a la tendencia a buscar y valorar información que confirma nuestras creencias, mientras se descarta o minimiza la información que las contradice. Los líderes con este sesgo pueden ser reacios a escuchar opiniones diferentes y tomar decisiones basadas únicamente en sus propias creencias. La falta de apertura a otras perspectivas puede ser muy arriesgada.
Sesgo de disponibilidad: Otro sesgo cognitivo común es el sesgo de disponibilidad. Este sesgo se refiere a la tendencia a dar más importancia a la información que es fácilmente accesible y recordable, en lugar de considerar información que podría ser más relevante y representativa. Los líderes con este sesgo pueden tomar decisiones basadas en casos anecdóticos o información incompleta.
Sesgo de exceso de confianza: El sesgo de exceso de confianza es la creencia exagerada en la propia capacidad para prever el futuro y tomar decisiones correctas. Sin duda, este sesgo también puede obstaculizar un liderazgo eficaz. Los líderes con este sesgo suelen correr riesgos innecesarios y subestimar los riesgos potenciales.
Sesgo de anclaje: El sesgo de anclaje ocurre cuando una persona se aferra demasiado a la primera información que recibe y no está dispuesta a cambiar su punto de vista. Los líderes con este sesgo toman decisiones rápidas basadas únicamente en esa información inicial, incluso si información adicional sugiere una conclusión diferente.
Sesgo de atribución: El sesgo de atribución ocurre cuando una persona atribuye los éxitos a sus propias habilidades y los fracasos a factores externos fuera de su control. Estos líderes creen que nunca se equivocan y, por lo tanto, no aprenden de sus errores.
Para combatir estos sesgos cognitivos, los líderes deben ser conscientes de su existencia y tomar medidas activas para abordarlos.
Algunas formas de hacerlo incluyen la búsqueda activa de información objetiva y variada, cuestionar los propios prejuicios y suposiciones, considerar diferentes perspectivas y fomentar un ambiente donde se valoren las opiniones divergentes.
Además, es beneficioso contar con un equipo diverso y multidisciplinario que ayude a identificar y abordar los sesgos cognitivos en la toma de decisiones.
Al tener en cuenta estos sesgos cognitivos y trabajar para superarlos, los líderes pueden tomar decisiones más justas y eficaces para sus organizaciones.
