El fascinante mundo de la memoria: ¿Cómo funciona?

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El fascinante mundo de la memoria: ¿Cómo funciona?. Según publica el portal  escoeuniversitas.com La memoria es uno de los aspectos más intrigantes del funcionamiento del cerebro humano. A través de la intensa investigación en el campo de la Neurociencia, hemos logrado comprender muchos de sus procesos, pero aún hay muchas incógnitas por desvelar. En este artículo, exploraremos los fundamentos para entender cómo funciona nuestra memoria y las implicaciones que tiene en nuestra vida cotidiana.

Tipos de memoria: un abanico de formas de recordar La memoria adopta diversas formas. Cuando almacenamos información, estamos guardando recuerdos, pero la naturaleza de esa información y la duración de su retención determinan el tipo de memoria que se forma.


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Las principales categorías son la memoria a corto plazo, también conocida como memoria de trabajo, y la memoria a largo plazo, que se diferencia por la cantidad de tiempo que la información se mantiene en nuestro cerebro. Ambas pueden debilitarse debido a la edad o a diversas razones y condiciones clínicas.

Memoria a largo plazo: almacenamiento para el futuro La memoria a largo plazo se refiere al almacenamiento de información durante un período prolongado. Si recordamos algo que ocurrió hace más que unos pocos momentos, ya sea hace horas o décadas, entonces estamos utilizando la memoria a largo plazo.

Esta información se encuentra fuera de nuestra conciencia, pero puede ser traída a la memoria de trabajo cuando necesitamos utilizarla.

Por otro lado, la memoria a corto plazo es un período breve en el que retenemos información antes de desecharla o transferirla a la memoria a largo plazo.

Tipos de memoria a largo plazo: explícita e implícita La memoria a largo plazo se divide generalmente en dos tipos: la memoria explícita, también conocida como memoria declarativa, y la memoria implícita.

La memoria explícita abarca los recuerdos que están disponibles en nuestra conciencia. Se puede dividir en memoria episódica, que almacena eventos específicos de nuestra vida, y memoria semántica, que se refiere al conocimiento general sobre el mundo.

En cambio, la memoria implícita se compone de recuerdos mayormente inconscientes. Incluye la memoria procedimental, relacionada con los recuerdos de habilidades motoras y el uso de objetos en nuestro entorno. Por ejemplo, conducir un automóvil o utilizar una computadora son ejemplos de recuerdos procedimentales.

Duración y capacidad: factores clave El contenido de la memoria a corto plazo puede convertirse en memoria a largo plazo a través de procesos de asociación y ensayo.

Varios factores influyen en la duración de la información en la memoria a largo plazo. La forma en que se codificó inicialmente el recuerdo desempeña un papel importante. Si prestamos mucha atención y estamos alertas durante una experiencia, es más probable que los recuerdos sean más vívidos. De hecho, se ha demostrado que la emoción está relacionada con la formación de recuerdos duraderos en el cerebro. Simplificando, podríamos decir que a mayor emoción, mayor posibilidad de recordación.

Además, la frecuencia con la que accedemos a un recuerdo puede influir en su fuerza y duración. No es sorprendente que los recuerdos que recordamos con frecuencia tiendan a ser más fuertes y duraderos. Por eso, repetir la información varias veces durante el estudio nos ayuda a recordarla mejor durante un examen.

Estas características tienen implicaciones clave en diferentes disciplinas, como la NeuroComunicación, el Neuromarketing, el Neuromanagement o la Neuroeducación. Estas áreas aprovechan y aplican la emoción y la repetición para crear marcas o mensajes persistentes en la mente del público objetivo.

El funcionamiento de la memoria: más allá de una computadora Podemos hacer una analogía entre el modelo de procesamiento de información en el cerebro humano y una computadora. La información ingresa a la memoria a corto plazo, similar a un archivo temporal, y parte de ella se transfiere a la memoria a largo plazo, como un archivo relativamente permanente que se guarda en el disco duro de una computadora. Cuando necesitamos información, la extraemos de ese almacenamiento a largo plazo, como acceder a una carpeta guardada en nuestra computadora.

Sin embargo, las investigaciones recientes sugieren que los recuerdos no se almacenan en un estado estático y se recuperan con una claridad perfecta, como ocurre en una computadora. Se ha descubierto que los recuerdos se transforman cada vez que los evocamos.

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Inicialmente, las neuronas codifican los recuerdos en la corteza y el hipocampo. Cada vez que recordamos algo, se recodifica a través de un conjunto similar, pero no idéntico, de neuronas. El acceso a los recuerdos generalmente ayuda a fortalecerlos, pero esta recodificación puede afectar la forma en que recordamos la información. Los detalles sutiles pueden cambiar y ciertos aspectos de la memoria pueden fortalecerse, debilitarse o incluso perderse por completo, dependiendo de qué neuronas se activen.

Recuerdos frágiles: vulnerabilidad y cambios Aunque la memoria a largo plazo tiene una capacidad y duración aparentemente ilimitadas, también es sorprendentemente frágil y susceptible a cambios, desinformación e interferencias. La experta en memoria Elizabeth Loftus ha demostrado cuán fácilmente se pueden crear falsos recuerdos. En uno de sus experimentos más conocidos, logró que el 25 % de los participantes creyeran falsamente que se habían perdido en un centro comercial durante su infancia.

¿Por qué la memoria a largo plazo es tan susceptible a imprecisiones? En algunos casos, las personas olvidan detalles importantes de los eventos, y el cerebro a veces completa esos «vacíos» de información fabricando detalles que parecen tener sentido. En otros casos, los recuerdos antiguos pueden interferir con la formación de nuevos, dificultando la recuperación precisa de lo que realmente sucedió.

La memoria es un fenómeno fascinante que continúa siendo objeto de estudio e investigación en el mundo científico. A medida que desentrañamos los misterios de la memoria, ampliamos nuestra comprensión del cerebro humano y cómo nuestras experiencias y recuerdos nos moldean como individuos.

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