Dame endorfinas de las bonitas: La belleza y la neurociencia

felicidad

Vaya tema más placentero me han sugerido para acabar el año.

El otro día, un querido amigo llamado Alfonso Alcolea, me comentó que un amigo suyo está triste y decaído y le dijo que se cuidase la estética. Alfonso no se dedica al sector de la belleza ni nada parecido y desde su oficina en Bruselas sólo ve pasar nieve, frio y diplomáticos en esta época, pero lo que sí tiene es una gran observación y sapiencia. Lo que se había fijado es que los gatos, están todo el día acicalándose.


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Pues aquí tenemos los ingredientes para un buen potaje, con coles de Bruselas, gatos, belleza Y endorfinas. Vamos, que parece esto un concurso de TV dónde tenemos que buscar una concatenación de palabras que a priori no tienen dónde cogerlas.

He obviado algo importante que con las endorfinas si va ligado, el chocolate belga, pero eso para los que saben maridar y cocinar que bastante tengo yo con saber comer.

Empecemos diciendo que las B-endorfinas son las llamadas hormonas del placer. Técnicamente son sustancias de cadenas peptídicas opioides endógenos que funcionan como neurotransmisores. Las segrega el hipotálamo y la hipófisis. Se llaman opioides porque actúan como analgésico y producen una sensación de placer y bienestar. Es un analgésico natural contra el dolor, el estrés y el miedo.

Pues ya sabemos algo más, que aparte del ejercicio físico para producirlas, también se producen con la belleza.

La neurocosmética se ha encargado de trabajar a tal efecto y descubrir que en la piel se producen unos cambios significativos para frenar el envejecimiento prematuro, volviéndola más tonificada, tersa y luminosa.

Como antes decía de mi amigo Alfonso, sin ser neurólogo, la simple observación hace que podamos descubrir cosas que por sabiduría popular sabemos que son así, pero no sabemos la base científica.

Aquí viene el misino que decíamos antes. Me comentaba que, a su amigo belga lo veía con cara de acelga (calificativo muy común de las abuelas) o a su defecto de ajoporro. Le decía que debía empezar a ponerse guapo, porque había visto que los gatos están todo el día acicalándose y poniéndose gatunos y estaban felices, mientras que cuando no lo hacían estaban más irascibles y tristes. No sé en qué cadena estamos de humano-gato, aunque los monos que los tenemos más cerca, están todo el día sobándose unos a otros.

De ahí viene el enlace, que quería que su amigo pasase de cara de col de Bruselas a bombón de escaparate de anuncio.

No se le da la importancia y se cree que la belleza que es una cualidad, sólo es un placer visual, deleite o admiración por algo o alguien. He hablado otras veces de tener una rutina, pues aquí es importante. La rutina de belleza individual es un placer que sólo uno mismo se puede dar delante de su espejo, en la intimidad de su casa y la belleza compartida que la recibimos en los magníficos centros de belleza que tenemos y que nos desconectan de la vorágine por unos momentos.

La rutina, el masaje, la observación, y decirte cosas bonitas delante del espejo es un factor súper importante para que, aunque no seamos políticamente agraciados visualmente o también decimos eso de difícil de ver, podamos levantarnos el ánimo como nadie.

Pues no pensemos que eso de ponernos potingues, no sirve para nada. Que la prevención es súper importante y si me dicen que haciendo todo esto y sintiéndome bello libero esos bichitos llamadas endorfinas, y el día de mañana no colapso la sanidad con pepas sin importancia, bendita sea la cosmética, los masajes, el chocolate, el ejercicio físico y los gatos que se acicalan.

Felices fiestas y que los Reyes Magos te traigan maneras de liberar endorfinas.

 

Fuente: murciaeconomia.com

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