Para hacer más atractivos los empaques de alimentos se debe tomar en cuenta el tamaño de la imagen en los mismos.
El otro día estaba caminando por la sección de congelados en el supermercado y de repente vi una caja de pizza congelada de esas que solamente deben calentarse en el horno. Al ver la imagen de la pizza automáticamente se me hizo agua a la boca y no me quedó otra opción que agregarla a mi carreta con el resto de mis compras.
¿Te has preguntado por qué terminas comprando algunos alimentos que no tenías pensado comprar cuando vas al supermercado? ¿O por qué te inclinas más a comprar los de cierta marca basándote únicamente en el diseño de los empaques?
Según NewNeuromarketing se han realizado varios estudios psicológicos en el consumidor en los cuales se han descubierto comportamientos que han sido útiles para desarrollar técnicas que hacen los empaques más atractivos.
Algunos ejemplos de esto son:
- El escoger el tipo de tipografía adecuado.
- La combinación de colores.
- El arreglo visual de los elementos.
- El uso de los principios naturales de belleza.
- La aplicación de movimiento en los diseños.
Todos estos factores son clave para diseñar los empaques de alimentos de la mejor manera para llamar la atención de los consumidores. Adicional a esto también se debe tomar en cuenta el tamaño de la imagen del alimento en sí en los empaques.
Las imágenes grandes pueden hacer más atractivos los empaques de alimentos
Se ha comprobado que los productos alimenticios que no son tan buenos para la salud son más atractivos cuando se promueven con imágenes grandes en sus empaques. Mientras que los para alimentos que sí son buenos para la salud, el tamaño de la imagen no influye en su atractivo para el consumidor.
Esto sucede porque simplemente al mirar la imagen de un alimento se despierta nuestra imaginación mental de cómo sería realmente comerlo. Es decir que, al ver el empaque de un producto, ya estamos mentalmente masticando lo que hay dentro, especialmente cuando el diseño del mismo exige una atención adicional a lo visual por su gran tamaño.
Sin embargo, el efecto del atractivo basado en las imágenes mentales solo funciona con los alimentos que ya anhelamos. Es por eso que es más probable que nos suceda esto al escoger un empaque de una pizza congelada que con un envase de pepinillos.
Con base a estos análisis se puede concluir que las ventas de productos alimenticios considerados como «chatarra» se pueden impulsar aumentando el tamaño de su imagen en el paquete. Alternativamente, disminuir el tamaño de la misma a través de regulaciones legales podría llegar a ser un empujón efectivo para promover la elección de alimentos más saludables.
