Según publica el portal LA VANGUARDIA Si al cruzar el umbral de la puerta de tu casa no sientes una sensación de alivio y bienestar, significará que esta necesita un cambio urgente. Un hogar debería transmitir esas sensaciones positivas a quien reside en él. Así como representar un espacio cómodo, seguro y tranquilo en el que poder descansar y recuperar fuerzas después de un largo día de trabajo o de encontrarse con otras personas. Si no es así, se está perdiendo calidad de vida. Pero la solución es sencilla, tan solo hace falta aplicar las ideas de la decoración emocional.
Un olor que recuerda a algo de la infancia, como la vainilla, o unos colores que transmitan paz, como los neutros. O todo lo contrario, mejor tonalidades vivas que encajen con la sensación de vigor que se preferiría sentir al volver al hogar. Cada persona tiene sus propias preferencias y eso debería verse reflejado en su casa, esa es la decoración emocional.
¿En qué consiste la decoración emocional?
El objetivo de la decoración emocional se basa en inspirar emociones positivas en las personas al crear un hogar que les resulte más personal, cercano, acogedor, cómodo y seguro. Aunque donde reside la clave para conseguirlo es precisamente en el primer concepto, es decir, que se produzca una identificación entre la identidad, los gustos y las preferencias personales y la estética y personalidad de las estancias.
No se trata tanto de seguir tendencias o modas, sino de decorar y disponer las habitaciones siguiendo fielmente los gustos individuales para crear un ambiente que satisfaga a quienes van a vivir en él. La decoración emocional no está pensada para las visitas, es para uno mismo. Al fin y al cabo, la idea es que sume bienestar.
Así puedes aplicar la decoración emocional en tu casa
Aunque lo primero que viene a la mente con la palabra decoración es el mobiliario, la realidad es que hay otros elementos del hogar que puede tener el mismo o incluso más impacto que los muebles en cómo se percibe una estancia. Por lo que no será muy difícil ni costoso darle un auténtico cambio a una casa siguiendo los preceptos de la decoración emocional.
Uno de los principales factores a tener en cuenta son los colores, sobre todo de las paredes, pero también de los objetos que complementan a los muebles. Como pueden ser los cojines sobre el sofá, un mantel sobre la mesa o una alfombra. Cambiar elementos como estos ya supondrá una enorme diferencia.
Lo mismo sucede con algo tan personal como frecuentemente olvidado: los aromas. Seguro que te ha pasado alguna vez de entrar en una casa y percatarte de un olor y cómo este encaja con la personalidad de ese hogar y sus residentes. Puedes recurrir a las esencias o ambientadores para encontrar uno que encaje a la perfección contigo y que te haga sentir confort cada vez que vuelvas a casa tras un duro día.
