La clave para brindar una experiencia significativa a los empleados y colaboradores radica en comprender sus necesidades y responder a ellas de manera auténtica, opina Olivia Segura
Los líderes de las organizaciones más competitivas del mundo están convencidos de que para atraer y retener a sus clientes deben colocarlos en el centro de su estrategia. Lo que no todas han considerado es que para tener resultados confiables en la era digital también deben centrarse en el cliente número uno: sus propios colaboradores.
Si lo que esperan es contratar al mejor talento disponible para maximizar sus planes de crecimiento, la experiencia del talento de la empresa debe ser una prioridad para la Alta Dirección.
Esto significa que las áreas de Recursos Humanos (RR.HH.) deben asumir un papel más estratégico, sumándose a las funciones relacionadas con la transformación digital. De esta manera, la organización contará con el personal adecuado para gestionar el cambio tecnológico.
La cantidad de talento para tal misión es escasa y espera condiciones adicionales en su lugar de trabajo, aspirando a un espacio que lo motive a aprovechar su máximo potencial.
En muchos foros de negocios se repite desde hace años la fórmula del éxito: la gente es primero. Sin embargo, las áreas de RR.HH. suelen ocupar un lugar secundario en la estructura corporativa.
La competencia por nuevos mercados, la inclusión de generaciones, los nuevos modelos de negocio y el acelerado despliegue de las tecnologías digitales imponen un cambio drástico en la forma de administrar el personal.
Las grandes corporaciones muestran cómo se desmantelan los antiguos paradigmas, con base en la reputación de ser innovadoras en su camino por atraer candidatos de todo el mundo.
En este sentido, la gente de la organización debe ser el centro de una experiencia relevante y transformadora, tal como sucede con los clientes y consumidores. Lograrlo es ahora una de las principales responsabilidades de las funciones de RR.HH.
La clave para brindar una experiencia significativa a los empleados y colaboradores radica en comprender sus necesidades y responder a ellas de manera auténtica, con visión a futuro. Este enfoque es esencial para enfrentar la transformación digital de las organizaciones que cada día se vuelve más necesaria, debido a la competencia, la demanda de los consumidores y la presión de la propia fuerza laboral.
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