¿Por qué los mexicanos recurren al prepago telefónico en cada crisis económica?

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  • Telcel fue el encargado de crear el esquema de prepago para hacer frente a las crisis financiera de México en 1994 y actualmente ocho de cada 10 mexicanos hacen recargas de saldo.

Según publica expansion.mex Las recargas de saldo se han convertido en el esquema al que recurren ocho de cada 10 mexicanos para acceder a datos y minutos de telefonía desde sus smartphones. El modelo de prepago surgió en medio de una crisis económica, la de 1994, y desde entonces ha estado ligado a los vaivenes de la economía.

En ese año, Telcel, empresa subsidiaria de América Móvil, encontró en las recargas de saldo una fórmula disruptiva, que no existía en ninguna parte del mundo, para mantener a los consumidores cautivos a través de precios accesibles: las recargas telefónicas.


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Entonces los usuarios solo tenían que comprar, en puestos de periódicos, semáforos, o tiendas de ventas de celulares, una «ficha» precargada con un monto de 100 pesos en adelante, raspar con una moneda el número secreto y digitarlo en el teclado del teléfono para cargar el saldo. La ventaja era que no era necesario contar con una tarjeta de crédito ni firmar un contrato que atar al consumidor a un pago fijo mensual.

Esta situación hizo que el nuevo modelo de negocio de Telcel empezara a rendir frutos en poco tiempo. Según datos del regulador de las telecomunicaciones, dos años después de la llegada del prepago, las líneas móviles de este segmento crecieron de manera exponencial, pues del millón de líneas que había en 1996 el 41.4% ya eran de recarga.

“En esa época Iusacell (que luego fue comprada por AT&T) poseía una concesión en servicios de telefonía móvil y decidió enfocarse en los clientes de alto poder adquisitivo con planes de renta a precios elevados”, detalla el documento el esquema de prepago en México del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

El esquema no solo fue un éxito entonces, sino que permanece vigente en el mercado mexicano hasta la fecha. Los números muestran que, en tiempos de incertidumbre financiera como ocurrió en la pandemia y ahora con la inflación, incrementa la cantidad de usuarios que migran del esquema de pospago -o plan tarifario- a las recargas de saldo.

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Amigo Kit y el costo de las llamadas

Desde su creación en 1994, el esquema ha cambiado. Rolando Alamilla, gerente de investigación de mercados de la consultora The Ciu, explica que el modelo de recarga fue muy innovador y disruptivo. En un principio el principal incentivo para adquirir una línea telefónica era la posibilidad de realizar llamadas y enviar mensajes a la hora que fuera y así evitar salir muy noche o hacer filas para acceder a una cabina telefónica. Pero en ese momento llamar vía celular era costoso.

El especialista explica que hasta antes de 2014, cuando se aprueba la reforma de Telecomunicaciones, llamar a alguien costaba 3 pesos con 45 centavos el minuto, mientras que los mensajes tenían una tarifa de un peso.

Con estas tarifas, Telcel vio otra oportunidad para el modelo de prepago. La compañía lanzó una ‘oferta’ para que el tiempo aire pudiera rendir más, a través de que los usuarios eligieran hasta diez contactos frecuentes quienes al llamarlos tendrían un tarifa especial de hasta un peso por minuto.

«Telcel, por una lado daba una opción a los usuarios para que gastaran menos, y por el otro fidelizaba a los consumidores e incluso ganaba más líneas”, apunta Alamilla.

Antes, por llamar a un usuario de Telcel desde una línea de otra compañía o viceversa, los consumidores tenían que pagar un monto extra. Esto se le llamaba ‘efecto club’, una práctica que se eliminó cuando el regulador de las telecomunicaciones impuso medidas de preponderancia a América Móvil para equilibrar el mercado.

¿Cómo ha cambiado el prepago desde entonces?

Pero el desarrollo tecnológico transformó el incentivo del prepago. La llegada de los smartphones y el avance de las redes de telecomunicaciones permitieron el acceso a más contenidos. Ahora, el principal interés de los usuarios a la hora de hacer una recarga es la descarga de datos y ya no las llamadas y los mensajes de texto tradicionales.

“En México nuestra principal vía de comunicación es WhatsApp, ya sea mediante mensajes de textos o las llamadas que te permite realizar esta aplicación y esto deja de lado las llamadas tradicionales como los sms, pero además los usuarios cada vez consumen más redes sociales y streaming, y ya no les importa tener el servicio de línea telefónica”, explica Alamilla.

Esta transición se ha reflejado en el gasto y en el contenido de la recarga. Antes de la reforma de telecomunicaciones, realizada en 2014, los usuarios gastaban en promedio 121 pesos en sus recargas, pero tras aprobarse la nueva ley, hubo una disminución de precios de los servicios de conectividad. El desembolso promedio en recargas telefónicas bajó a 77 pesos al mes.

Hoy, el gasto promedio en recargas se mantiene por debajo de los 100 pesos, en parte también por la llegada de los Operadores Móviles Virtuales (OMV), que dan promociones agresivas.

“Ahora los OMV están impulsando mucho este segmento (prepago) a través de promociones agresivas y que les están dando impulso desde la pandemia en donde la gente tuvo que acortar su gasto y buscar opciones”, dice el experto.

El prepago no sólo domina en México

El modelo de prepago, creado por Telcel, no tardó en llamar la atención en otras latitudes. Latinoamérica ha sido una de las regiones que más se han valido de este segmento debido a las condiciones económicas.

“Se empezó adoptar en el mundo (el prepago) y dependiendo de la región hay una mayor o menor proporción pero la mayoría de estos países mantienen proporción similares a las de México: 20% pospago y 80% prepago. Chile es el único país latinoamericano que mantiene más usuarios en pospago, 45%, frente a 55% en pospago”, detalla Alamilla.

En países europeos el prepago es poco utilizado debido a que el poder adquisitivo es más elevado.

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