Pikkop quiere apuntar a mirar a la «primera milla»

Logísticas del retail

Aunque la entrega de productos al día siguiente pareciera ser cada vez más cotidiana e importante, no todos los negocios logran alcanzar este estándar tan cotizado por los consumidores. Mientras las empresas apuntan a pulir la última fase del proceso de envío –del punto de distribución a la entrega, conocido como ‘última milla’–, para la startup Pikkop el secreto está en mirar hacia la ‘primera milla’.

Con el boom del comercio electrónico provocado por la pandemia, la entrega se volvió un aspecto tan crítico como importante. De acuerdo con un estudio de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) realizado este año, los tiempos de entrega son la segunda mayor área de oportunidad en los procesos de comercio electrónico, sólo por detrás del bienestar de los paquetes, e incluso un 30% de una muestra de encuestados estaría dispuesto a comprar en línea si se mejoraran los procesos logísticos.


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En un entorno donde las transnacionales de logística crecen a un ritmo abrumador en busca de satisfacer este tipo de necesidades de envío, Ashish Punj, CEO de Pikkop, ha decidido voltear a otras partes de la cadena logística donde considera que aún hay un área de oportunidad.

“Hay que entender que el problema no es la última milla, sino la primera. Hay mucha oportunidad en ello, y no quería competir con los gigantes. Entonces, entramos a ver dónde había un value chain que podíamos mejorar usando tecnología y buenas prácticas”, relata a Expansión.

La experiencia de Punj en el área logística comenzó con el interés de lanzar al mercado extranjero Royal Impex, un negocio familiar de ropa que logró internacionalizarse en 1996 al alcanzar mercados como Hong Kong y América del Sur desde el sudeste asiático. Posteriormente, colaboró en la fundación de la compañía Entronic, especializada en tecnología y desarrollo de software para varias industrias con operaciones en Estados Unidos y la Ciudad de México, antes de fundar Pikkop –inicialmente con el nombre de Envioo– en 2017.

En 2018, bajo su actual nombre, empieza las pruebas de un nuevo software operativo en la nube para hacer más eficiente su operación y ofrecer servicio en el segmento business-to-business. Para 2020, se adecuó la plataforma para el mercado mexicano, mientras que en 2021 sintetizó el primer cotizador para el cumplimiento de pedidos –también conocido como fulfillment– y un nuevo software enfocado en la ‘primera milla’.

La estrategia de Pikkop es automatizar y digitalizar varios procesos, desde la recolección de paquete, el embalaje, la administración de inventario hasta el almacenaje y el envío, a lo cual la startup apunta de la mano de ofrecer opciones de entrega y de facturaciones a sus clientes, rubros que han cobrado mayor relevancia.

“Como todo es nuevo después de la pandemia, en términos de crecimiento y la demanda logística, nosotros estamos creando productos para el mercado mexicano”, agrega.

A corto plazo, la firma ve un desafío como parte de la presión que, a nivel global, sufren las cadenas de logística. “Todo impacta, todos dependemos de lo que ocurra con la inflación, impacta en la compra y la venta, pero afortunadamente con la pandemia todo el mundo ha entrado en el entorno de usar la entrega a domicilio como la mejor opción de hacer compras, por lo cual va a seguir siendo una oportunidad”, considera Punj.

Pikkop cuenta con más de 5,000 clientes en México, de los cuales un 80% tienen operaciones business-to-consumer, y el resto business-to-business. En 2020, la startup manejó 200,000 productos, y cuenta con dos almacenes en la Ciudad de México y Cuautitlán Izcalli, en el Estado de México.

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