Desde que la evolución humana nos llevó a entender la ropa y combinación de prendas y accesorios como un signo más de expresividad de nuestro tiempo, personalidad y estilo, más allá de sólo protegernos de las circunstancias climáticas y geográficas, la moda ha ido cambiando al paso evolutivo de la cultura, la tecnología, e incluso, forma de pensar.
Históricamente, las temporadas, las tendencias, la demanda y disponibilidad de ciertos materiales, aunado a la influencia de ciertas voces líderes en el mundo de la moda, espectáculo o el deporte, la política y la cultura, habían sido los determinantes de nuestro estilo e inclinación de los outfits que portamos. Pero eso cambió sensiblemente en tiempos recientes.
Hoy, a la par de los cambios vertiginosos que nos invitan a crecer, transformarnos y movernos hacia adelante, nuestro estilo personal de vestimenta es más íntimo, genuino y libre que nunca en la historia, dejando de lado las leyes y los imperantes. ¿Esto qué significa? Muy sencillo: dependiendo de nosotros, lo clásico y solemne puede ser abierto y divertido, lo sensual e íntimo puede jugar en terrenos casuales y formales, así como la comodidad y la holgura pueden resolver con creces una buena impresión en reuniones y ambientes que antes eran esencialmente rígidos, como el familiar o el laboral.
Bajo una máxima de “Larga vida al estilo”, Palacio de Hierro ha caminado a la par de los tiempos desde su creación en 1891, resolviendo las necesidades en cuanto a lujo y elegancia se refiere, pero también entendiendo que estos elementos se transforman y atienden un ecosistema más amplio de la personalidad humana. Siempre con modernidad y a la altura de los vientos de cambio, siendo un referente de la vanguardia más exclusiva.
Ese ADN hoy está en más en nuestras manos que nunca, dejando que sea nuestra curiosidad, libertad creativa y necesidades particulares las que rijan nuestro estilo, dando espacio a una versatilidad de combinaciones, licencias personalizadas y alocadas confecciones para hacer de la moda algo completamente ad hoc con el tiempo y el espacio que estamos viviendo actualmente, siempre con pasión e ingenio.
Renovación es la clave del momento que vivimos, cambiar y vestir, vestir y vivir, a nuestro paso, tiempo y espacio. Es así como se construye el estilo de hoy en día, de forma híbrida y frente al espejo de nuestro hogar como testigo de los alcances ilimitados de nuestro gusto y sentido de la moda.
Encontrar un lugar que resuelva con creces esos cambiantes estados de ánimo y necesidades de vestimenta que nos invitan a reflejar quiénes somos es todo un regalo y lujo, que pocos sitios pueden ostentar de forma comprobada, amplia y real, a través de sólo la mejor oferta y calidad. El Palacio de Hierro es uno de ellos.
