¿Autos más caros? El reto de contener precios con las materias primas al alza

autos seminuevos, autos en un parqueadero

El precio de los autos en México incrementó 7% en 2020. Los fabricantes llevaban ya algunos años tratando de contener el precio de los modelos, afectado por la volatilidad cambiaria, pero en medio de la crisis del coronavirus tuvieron que abrir las compuertas. Eso se notó de inmediato en las etiquetas. Mientras que en 2019 había cinco modelos que aún se mantenían por debajo de los 200,000 pesos, ahora ya solo quedan dos.

“Los fabricantes aguantaron mucho tiempo, desde antes de la pandemia, los ajustes de precio. Pero cuando se cayó el volumen por la crisis de la pandemia ya no hubo con qué balancear la ecuación y tuvieron que subirlos. Finalmente tienen que buscar la rentabilidad de su portafolio”, dice Gerardo San Román, director de la consultora Jato.

Las cosas no han mejorado este año. Según datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, la inflación del sector fue mayor a la general: 9% contra 6% en abril.


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La consultora IHS Markit espera más dolores de cabeza para los fabricantes de automóviles durante los siguientes meses: el incremento constante de los precios de los metales, tanto del acero como los no ferrosos (cobre, aluminio y zinc), aumentará los costos de las materias primas para las armadoras y revertirá las ganancias en los márgenes acumulados para la industria en los últimos años por los precios benignos de las materias primas y la energía.

Además de un impacto directo en la inflación, el encarecimiento del acero afecta directamente el costo de producción de las autopartes y de los vehículos.

En peso, el automóvil de pasajeros típico consta de aproximadamente un 65% de acero y hierro. El acero utilizado en las carrocerías de los automóviles está fabricado con aproximadamente 25% de este material reciclado. Muchas piezas internas se fabrican con porcentajes aún mayores de acero reciclado.

Pero el clima extremadamente frío a principios de año interrumpió la recolección de chatarra en Europa y América del Norte durante el primer trimestre, reduciendo el suministro. Al mismo tiempo, y para aliviar la contaminación, China también impuso restricciones a las emisiones en las principales provincias productoras de acero. Esto restringió aún más el suministro mundial y agregó aproximadamente 200 a 250 dólares por tonelada a los costos de fabricación.

“El incremento en los precios del acero, que es indispensable para las fabricaciones de autopartes y vehículos, inició en enero de 2020 y desde entonces no se ha comportado de una manera estable”, dice Alberto Bustamante, director de Comercio Exterior y Normalización en la Industria Nacional de Autopartes.

Un informe de la firma de asesoría a inversionista Motilal Oswal Institutional Equities prevé que, en medio de las pérdidas millonarias que ha dejado la pandemia y la escasez de chips, los fabricantes de vehículos tratarán de compensar la inflación de los costos de las materias primas con aumentos de precios (del 1 al 6%), descuentos más bajos (100-400 puntos base en todos los segmentos), reducción de costos (80 a 100 puntos base) y apalancamiento operativo (150 a 170 puntos base).

«Esperamos que el impacto de los precios de las materias primas base se refleje en los estados de resultados de las armadoras a partir del tercer trimestre. La inflación de los precios de las materias primas tendría un impacto bruto de 350 a 400 puntos base durante los próximos dos o tres trimestres», dice el informe de Motilal Oswal Institutional Equities.

¿Llegará la estabilización?

 

Los especialistas consultados esperan una fuerte mejora en la generación de flujo de efectivo libre durante el siguiente año fiscal tras un probable repunte en los volúmenes de vehículos -que permitirá una mayor rotación de los activos-, una mejora de los márgenes y una menor intensidad de gasto de capital.

«Si juntamos todos los aspectos negativos y positivos, esperamos que el margen de EBITDA mejore al 13.3% para el siguiente año fiscal, frente al 10.5% de 2020 y el 12.7% del año fiscal 2019», añade el documento de de Motilal Oswal Institutional Equities.

“Una vez que el volumen se recupere seguramente se van a reacomodar muchas cosas. Quizá el siguiente año (fiscal) nuevamente veamos incentivos agresivos y grandes bonos en los pisos de venta”, dice San Román, de Jato.

 

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