El verano asoma ya a la vuelta de esquina y con la llegada del estío debería comenzar también la temporada festivalera. Sin embargo, parece que los multitudinarios festivales de música por los que tantísimo bebe los vientos la Generación Z serán más bien parcos en 2021 (después de que en 2020 casi todos los eventos de naturaleza física se fueran por el sumidero).
En este nuevo contexto los más jóvenes contemplan de manera completamente diferente una industria (la de los festivales) en la que otrora invertían dinero a raudales. Y la mirada de los centennials cambia también inevitablemente cuando están en la picota las marcas que tienen a bien anunciarse en este tipo de entornos.
Todos estos cambios (de naturaleza absolutamente sísmica) son lo que Festivalfire coloca bajo los focos en un estudio llevado a cabo recientemente en Alemania en el que tomaron parte 5.000 jóvenes con una edad media de 24 años.
Del informe de Festivalfire se infiere que la Generación Z es una gran entusiasta de los festivales de música. No en vano, los millennials y los centennials asisten a una media de 3,2 festivales cada año.
Los centennials son fans irreductibles de los festivales de música
La querencia de los más jóvenes por los festivales va pareja a su fuerte apetito por los viajes. El 33% realiza viajes de naturaleza nacional para asistir a festivales, el 28% lo hace a escala europea y el 10% se embarca incluso en viajes de larga distancia.
Por otra parte, el 89% de los jóvenes prefiere los festivales de música que se desarrollan a lo largo de varios días a lo que tienen lugar en una única jornada. De hecho, el 86% de los jóvenes adscritos a la Generación Z asocia los festivales a las vacaciones de verano (por su duración a menudo dilatada en el tiempo).
En las experiencias nacidas al calor de los festivales de música las redes sociales desempeñan obviamente un rol fundamental para los centennials. El 45% da cuenta de las experiencias allí vividas en Instagram, Facebook, TikTok y compañía.
Pese las restricciones impuestas por la pandemia, el 81% de los jóvenes desea seguir asistiendo a eventos físicos aunque sea buscando alternativas a las fórmulas de toda la vida. El 70% se decanta, por ejemplo, por los festivales que toman la forma de gigantescos “autocines.
Las marcas que se abren paso en los festivales de música (tanto offline como online) tienen mucho de ganar
Así y todo, el 34% aceptaría de buen grado asistir a festivales en su versión más multitudinaria pese al COVID-19, mientras que el 19% admite haber participado en eventos de naturaleza ilegal durante el último año.
Pese a la pujanza (forzosa) experimentada en el último año por los eventos digitales, lo cierto es que los nativos digitales reniegan paradójicamente de ellos de manera mayoritaria. Solo el 4% de los centennials participaría en un festival íntegramente online y pagaría por ello.
La percepción de los eventos online mejora, no obstante, ostensiblemente si se asiste a ellos en compañía. El 34% se reuniría con sus amigos en caso de participar en un festival online. Y el 54% admite haber comprado productos de las marcas que se anuncian en eventos digitales.
En 2020 las marcas en las que la Generación Z clavó mayoritariamente la mirada en festivales de naturaleza digital fueron Jägermeister (29%), Pioneer (10%), Nike (5%) y Red Bull (4%). Así, estas cifras de visibilidad se antojan irremediablemente pequeñas si las comparamos con las de 2019, cuando Jägermeister disfrutaba, por ejemplo, de un índice de visibilidad en los festivales del 80%.
¿La buena noticia? Que en tanto en cuanto el 70% de los jóvenes no volverá a confiar en los eventos online una vez concluya la pandemia, las marcas podrán reactivar sus patrocinios en festivales de música con la seguridad (casi al 100%) de volver a reconectar con su target (ávido, al fin y al cabo, de que se retomen este tipo de eventos).
