Marketing: Logística promocional: De la compra de merchandising a su distribución

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El 52% de las promociones que se realizan en España no suponen un incremento de las ventas, según Nielsen, sin embargo, el 21% de las ventas en gran consumo son productos que están en promoción, una situación ante todo paradójica pero que no deja de indicar la necesidad de plantear y desarrollar acciones promocionales bien diseñadas y ejecutadas.

Dentro de todo el proceso de planificación de una acción de este tipo, un pilar fundamental es la logística promocional que abarca múltiples servicios y procesos que dependen de la magnitud del proyecto, lo que puede ir desde el diseño, producción o compra de material merchandising hasta la distribución y entrega de éstos, ya sea en el punto de venta o a la red comercial y GPVs correspondientes.


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La principal característica de este tipo de logística frente a la tradicional es que su objetivo último es dar a conocer en el mercado una nueva marca o producto, así como incentivar el consumo de productos ya existentes. Por tanto, su acertada gestión dependerá que estos artículos cumplan con el fin para el que han sido creados. En este punto es importante que una buena gestión logística ofrezca asesoría al cliente, así como asegurarle una correcta manipulación y gestión de inventario para lo que es imprescindible el uso de soluciones tecnológicas y softwares que permita ordenar los pedidos y tener visibilidad en tiempo real del stock porque la velocidad, eficiencia y flexibilidad en la entrega del material será clave para que éste llegue a tiempo a su destino.

Por su parte, el proceso de manipulación en cada campaña promocional es completamente distinto, pero es innegable que, como en cualquier proceso, sigue un esquema general con pasos diferenciados que pueden adaptarse según la empresa y la situación. La primera de esas fases es la entrega y recepción del material promocional en el almacén logístico, donde se debe trabajar en colaboración con los departamentos implicados en esa promoción para asegurar el éxito de la campaña.

Tras ello, comienza el proceso de kitting de los productos, es decir, reunir todos los materiales y agruparlos en un kit para facilitar a las líneas de ensamblaje la materialización del producto final. En el caso de la logística profesional, este producto final será en muchas ocasiones, stands promocionales de gran volumen, por lo que el equipo encargado deberá tener en cuenta cuestiones como el peso y el empaquetado de los materiales para que la producción sea eficiente.

Una vez finalizado este paso, llega una fase crítica en la manipulación que cobra aún más importancia si hablamos de la logística promocional: el control de la calidad de los productos finales. Un catálogo, cartel, expositor o cualquier otro material de promoción que tenga algún defecto genera mala imagen a la empresa que organiza la campaña, pero también a la compañía responsable de la logística promocional. Para ello, lo recomendable es reforzar el equipo de supervisión y control de calidad y asegurarse de que se cumple con lo establecido y lo requerido por el cliente.

Uno de los últimos pasos es la preparación de los envíos, en este sentido, también es esencial cuidar este aspecto porque en ciertas ocasiones se puede requerir un embalaje especial para evitar cualquier problema o imprevisto durante el envío y su llegada a los puntos donde tenga lugar la acción promocional.

Una vez que comienza la campaña, la labor de la logística promocional no termina. No podemos olvidar, el servicio de logística inversa que comienza cuando finaliza la acción. Llegado el día, será necesario recoger y empaquetar de nuevo los materiales y llevarlos a su nuevo destino que puede ser el almacenaje para su posterior uso en otra campaña, la reparación de los productos o su reciclado.

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