El segundo trimestre del año proporcionó a Amazon un nuevo episodio de expectativas superadas, aunque con un reparto ligeramente diferente al de hace algunos meses. En sus 121.230 millones de dólares facturados la publicidad apenas supone un 7%, pero esos 8.760 millones ayudan a mitigar la caída de un 4% en el negocio principal de comercio electrónico. La compañía está digiriendo un exceso de capacidad y de contratación durante los meses de la pandemia, ya que no se está produciendo el trasvase generalizado a las compras por internet que había previsto al realizar esas inversiones. Esos y otros factores ya habían lastrado las cuentas del periodo anterior.
Además Amazon ha presentado un un incremento de ingresos publicitarios que mejora sustancialmente a sus rivales Alphabet y Meta, con un 18% frente a respectivos -1% y 11%. Su modelo basado en promoción de compras directas está afrontando mejor el complejo escenario macroeconómico actual, que castiga a su vez las ventas por la inflación disparada o los problemas de cadenas de suministro.
El segundo trimestre consecutivo de la compañía con caída de operaciones en comercio electrónico cuenta con el soporte de los negocios de publicidad y servicios en la nube para mitigarla.
La evolución de la facturación publicitaria refleja la importancia creciente de ese negocio en las cifras generales de Amazon, que por lo demás siguen sostenidas por la contribución de Amazon Web Services. Los 19.700 millones generados por esta unidad significan el 16% de la facturación, pero sus 5.700 millones de beneficio operativo aportaron los 3.300 obtenidos en general por el gigante tecnológico.Ambos segmentos acolchan el efecto del segundo trimestre consecutivo de caída de ventas.
En ese contexto Amazon ha anunciado recientemente una subida de precios de su suscripción Prime en varios países de Europa, hasta un 39% en España, después de haber hecho lo mismo en EEUU. La compañía lo atribuye a la necesidad de afrontar costes por la situación económica general, pero esa nueva corriente de ingresos también le permitirá afrontar mejor las pérdidas que le está ocasionando su inversión en Rivian. Esta compañía de coches eléctricos lastró sus cuentas con 3.900 millones de dólares en costes no operativos, lo que arrastró nuevamente al gigante tecnológico al terreno de los números rojos con 2.000 millones en negativo.
