El déficit de agua en los embalses artificiales de los lagos Gatún y Alhajuela, que proveen de agua dulce a las esclusas del canal, es de tres hectómetros cúbicos por día. Esto ha obligado a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) a limitar el calado a 44 pies (13,41 metros) en las esclusas NeoPanamax, para grandes buques.
Como resultado, se ha formado un cuello de botella en el canal, con hasta 200 barcos esperando en fila para cruzar. Esto está provocando retrasos en las entregas de mercancías y encareciendo el transporte marítimo.
La sequía también está afectando a la economía panameña, que depende en gran medida del Canal. La industria marítima, que incluye las actividades del canal, aporta más de un 30 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Si la situación no mejora, la ACP podría verse obligada a reducir aún más el calado, lo que podría tener un impacto aún mayor en el comercio mundial y la economía panameña.
Sequía en el Canal de Panamá: desafíos para el comercio mundial y la economía panameña
Existen varias medidas que se podrían tomar para solucionar el problema de la sequía en el Canal de Panamá.
Una opción sería construir un nuevo embalse para almacenar más agua. Sin embargo, esta es una medida que llevaría varios años y sería muy costosa.
Otra opción sería mejorar la eficiencia del uso del agua en el canal. Esto podría hacerse, por ejemplo, reduciendo la cantidad de agua que se utiliza para limpiar las esclusas.
Vea también: Carrefour vende seis hipermercados en España por cerca de 100 millones de euros
También se podría promover el uso del canal seco, que es una autopista y una vía ferroviaria paralelas al canal que podrían transportar parte de la carga que actualmente pasa por el canal.
Sin embargo, ninguna de estas medidas es una solución definitiva. La sequía es un problema que se está agravando debido al cambio climático, por lo que es necesario tomar medidas a largo plazo para garantizar la sostenibilidad del Canal de Panamá.
Según publicó Logistica 360
