Más de trescientos profesionales de la salud en sus más variadas disciplinas, pero unidos por una visión transversal y una práctica digital, han participado en la VII Jornada de la Asociación Salud Digital (ASD). Una treintena de ponentes han compartido su conocimiento y experiencia en todo lo que se refiere a la transformación digital aplicada al ecosistema Salud, antes y durante la pandemia COVID-19. El reto era saber qué hemos aprendido de la pandemia y, por tanto, qué hemos incorporado a la atención sanitaria, qué se puede concluir sobre el uso y los beneficios de las nuevas tecnologías aplicadas a la Salud, lejos de la actuación coyuntural a la que nos hemos visto abocados por la situación sobrevenida.
La opinión mayoritaria es que en meses hemos avanzado lo que de otra forma hubiese costado décadas
Teniendo en cuenta el ritmo que teníamos en cuanto a la aplicabilidad de soluciones digitales a sistemas sanitarios como el nuestro y que venían reclamando una adecuación al nuevo perfil del paciente apoyados en la oportunidad que nos brinda el potencial tecnológico.
Antes de la pandemia identificábamos cuatro factores acelerantes del necesario cambio en los sistemas sanitarios como el nuestro, desde el modelo tradicional, al presente y futuro inmediato, entre los que encontramos:
- El impulso decidido de la fuerzas socio-económicas, que demandan una mayor concienciación de las comorbilidades y las desigualdades sanitarias y sociales. Las enfermedades crónicas no transmisibles costarán al mundo 30 billones de dólares en el año 2030, según el Foro Económico Mundial (WEF).
- Eficiencia del capital requerido para invertir en Sanidad, en países como el nuestro. Más inversión, por supuesto, pero para hacer cosas diferentes a las consolidadas como ineficientes. Existe una necesidad de hacer eficientes los costes, reducir el despilfarro y modernizar las infraestructuras, ya que se calcula que los sistemas sanitarios desperdician entre un 20% y un 40% de sus recursos humanos y materiales y en sus procesos, según la Organización Mundial de la Salud.
- El protagonismo de las nuevas tecnologías y la necesaria transformación digital del ecosistema de la Salud. Globalización, digitalización, rápida aceleración y conversión de modelos y plataformas de atención virtual, analítica avanzada y uso del internet de las cosas (IoT) y sensores. En 2027 habrá 41.000 millones de dispositivos IoT (Business Insider).
- Y, por último, y no por ello menos importante, el ciudadano y/o paciente en el centro de los sistemas sanitarios. La velocidad de adopción actual de nuevas tecnologías por parte del ciudadano y/o paciente para recibir información, comunicación con los profesionales sanitarios y gestionar su Salud es imparable. El 47% de los ciudadanos y/o pacientes cree que en 10 años los teléfonos inteligentes (smartphones) se convertirán en la interfaz principal de la atención sanitaria.
La transformación digital en Salud
Es la mejor aliada de la Humanización exigible en la atención sanitaria, ya que libera tiempo de calidad y calidez en la relación médico-paciente
Asumiendo todo lo anterior, y poniendo la atención en estas líneas en las apps en Salud como interfaz entre el paciente y el médico y viceversa, conviene recordar que venimos de un mercado de unas 350.000 apps de Salud con una aportación de unas 90.000 en el año 2020, pero siendo necesarias, su rápido crecimiento y la búsqueda de atajos lleva consigo una alta probabilidad de fracaso, de hecho un 83% de las apps de Salud, no alcanzan las 5000 descargas y una cohorte de 110 apps representa el 50% de todas ellas.
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