Internet of Things: el antecedente digital de un futuro mundo híbrido

La crisis provocada por el coronavirus marcará un antes y un después en el mundo. Antes de que todo vuelva a la normalidad (o a una nueva normalidad) muchas costumbres se quedarán en la sociedad y, quizá, las más relevantes estén relacionadas directamente con lo digital. Fundación Telefónica, como cada año, ya estaba preparando su informe de la Sociedad Digital en España –estilizado sdiE[19– hasta que el confinamiento llegó a nuestro país. La transformación digital ha tomado, después de ello, un cariz diferente.

“Es cierto ese comentario que se oye por ahí: el COVID-19 ha hecho más la digitalización y el teletrabajo que nadie”, ha afirmado Pablo Gonzalo, responsable del Área de Cultura Digital y Espacio Fundación Telefónica. “Antes de la crisis del coronavirus la transformación ya era importante. Había que digitalizar a todas las empresas y a los ciudadanos. Antes era importante… Ahora es fundamental. Las que más digitalizadas estaban han sido las que mejor han ido con la crisis”.


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Pero, ¿cómo explicar la importancia de la digitalización a pymes? Ya que, según el sdiE[19, el 80 por ciento de este tipo de empresas están en niveles de transformación digital inicial o básica. “Es primordial hacerlo […] En el ámbito de la empresa, el informe refleja dualidad entre grandes y medianas y pequeñas”, señala Gonzalo.

Según el sdiE[19, muchas grandes empresas ya comenzaron su digitalización porque comprobaron que, con estos procesos, se pueden mejorar porcentajes y disminuir costes hasta en una quinta parte. Sin embargo, esto era antes de la crisis. “Ahora, con el proceso al que nos enfrentamos, y con la evidencia de que la digitalización es el mejor camino para ampliar la productividad hay que hacer un esfuerzo para ayudarles ya que va a ser una de las claves para que puedan afrontar el futuro de una manera eficiente y sólida, que conjuntamente podamos crear empleo”.

El empleo, el gran miedo del nuevo mundo digital; la gran incertidumbre del siguiente paso de esta crisis sanitaria. “Siempre han dicho que España es de los países más rezagados de Europa en cuanto a digitalización”. Pero España ha sido uno de los pocos países en el continente donde los operadores de ocio, como Netflix, no han tenido que aumentar sus redes, “no se han caído, porque estábamos preparados. Y esto no sirve solo para el entretenimiento, es válido también para el trabajo”.

El directivo de Fundación Telefónica defiende que España tiene las infraestructuras necesarias para asistir al trabajo y también para hacerlo en remoto: “Volveremos a un mundo mucho más híbrido, pero el teletrabajo se va a quedar […] La revolución que estamos viviendo es una acumulación de varias tecnologías que convergen entre ellas. Las personas y las cosas cada vez están más conectadas a Internet, generando una inmensa cantidad de datos que pueden ser procesados. Y que las máquinas puedan entender estos patrones de datos, significa que estamos ya rodeados de inteligencias artificiales. Prácticamente, el 40 por ciento de nosotros hablamos con las máquinas con lenguaje natural”, reflexiona sobre el mantra “los robots nos quitarán el trabajo”.

Con la crisis provocada por el coronavirus, se dejará de tocar, entre otras cosas, los botones, porque lo que se le hablará más a las máquinas. Y es que la salud es uno de los mejores ejemplos de cómo las tecnologías pueden ayudar a llevar una vida mejor.

Gonzalo cita cómo en EEUU se utilizan datos para mejorar el diagnóstico de COVID-19, a través de imágenes de tórax (“miles y miles) que el sistema informático aprende, permitiendo identificarlo de manera más rápida. Esto sigue ayudando a los médicos, que siguen teniendo un papel fundamental. “La inteligencia artificial tendrá que colaborar con la humana, no para sustituir, sino para ayudar. Una simbiosis (sin ser cyborgs) que nos haga la vida más fácil”, especifica.

Entonces, ¿los robots nos quitarán el trabajo? “Los empleos requerirán competencias digitales. Y es fundamental que trabajemos, ya que estamos por debajo de la media de capital de trabajo en Europa, cuatro puntos menos, solo tenemos competencias digitales básicas… que no se convierta en exclusión social”, advierte. “Ahora bien, competencias humanas como la creatividad o el emprendimiento son necesarias. En definitiva, lo cierto es que las ocupaciones que requieran capacidades digitales tendrán cuatro veces más posibilidades de no desaparecer que las que no las tienen”.

Por supuesto, la nueva sociedad digital tendrá espacio para el humanismo digital. Y será imprescindible, como siempre, la ética. “Llevamos años haciendo hincapié en que las nuevas tecnologías generan nuevas oportunidades. Tenemos el potencial, el mensaje que queremos lanzar es que hay que trabajar y trabajar en la educación. Lo fundamental es que un contexto como en el que nos encontramos, con tantas incertidumbres, donde no hay brújula, una de las cosas más importantes que nos tiene que guiar es la ética, los valores. Uno de los elementos básicos para que se desarrolle la sociedad digital es la confianza. Yla privacidad no está reñida con la tecnología”.

Por último, destacar que el sdiE[19 de Fundación Telefónica muestra que España también progresa en su transición digital con cimientos sólidos. “En 2019 ocupaba el undécimo puesto en la lista de los veintiocho estados miembros de la Unión Europea en el DESI (Índice de la Economía y la Sociedad Digitales) y superaba varios puntos la media. Además, el acceso a internet de los españoles es ya generalizado: 9 de cada 10 ya son usuarios y la conexión a las redes es ultrarrápida: 3 de cada 4 hogares tienen cobertura de fibra óptica. Esta tecnología de banda ancha es la que más está creciendo, ha pasado del 63 por ciento al 77 por ciento en dos años. Y esta penetración sitúa a España en el primer lugar en cuanto a cobertura y clientes de fibra óptica en Europa”.

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