Innovación: Innovación y regulación

El 2020 ha sido un año de grandes transformaciones y aprendizajes. La pandemia nos demostró la importancia de estar preparados y adaptarnos al cambio en todos los aspectos de la vida. Sin duda, uno de los más importantes legados que nos deja la pandemia es la aceleración de los procesos de innovación, digitalización y los cambios tecnológicos a nivel global. La cuarta revolución industrial llegó para quedarse y se requieren marcos regulatorios de vanguardia para alcanzar todos aquellos aspectos novedosos que la tecnología plantea.

La innovación genera desarrollo, impulsa el crecimiento económico y puede ayudar a crear puestos de trabajo, elementos críticos para recuperar nuestra economía luego de los efectos negativos de la pandemia. Sin embargo, para promover la innovación y generar valor, es necesario contar con un entorno que genere el ambiente adecuado para incentivar a las empresas y a las personas a innovar y crear soluciones que nos faciliten la vida y nos proporcionen un mayor bienestar y desarrollo.


Banner_frasco-suscripcion-800x250

Son varios los elementos necesarios para crear un entorno de innovación. Uno de ellos es una regulación moderna que incentive la innovación y la premie. Una regulación inteligente debe incorporar herramientas de economía digital y algoritmos que la hagan lo suficientemente flexible para ajustarse al cambio e ir al mismo ritmo de la innovación. Hoy, todas las industrias requieren una regulación que se adapte a la realidad, atienda las necesidades de la industria y genere incentivos adecuados para que las empresas inviertan en I + D. Además de la flexibilidad, una regulación que promueva acciones innovadoras debe estar sustentada y apoyada en la evidencia científica y la realidad de cada industria. Se requiere entonces una participación activa de la industria y un diálogo permanente entre el regulador, la industria y la ciencia que permita la construcción de políticas públicas que estén acordes con las necesidades de la industria y los avances de la ciencia.

Por último, el usuario debe ser el centro de la regulación. Bienes y servicios como las vacunas y los tratamientos para el Covid-19, las plataformas para el consumo de nicotina sin combustión y las plataformas bancarias 100% digitales, promueven el bienestar de las personas, por lo que la regulación debe ser diferencial y brindar beneficios para ellos. Entre otros aspectos, es necesario permitirle al usuario tomar decisiones informadas con base en información cierta sobre los bienes y servicios innovadores que consume.

Tal como lo mencionaba la Ocde hace un par de años en su estudio sobre políticas de innovación en Colombia, la innovación puede ser una herramienta para ayudar a desarrollar nuevas actividades económicas, estimular la productividad para sostener el aumento del nivel de ingresos y el empleo. Colombia ha progresado en sus políticas de innovación, pero aún hay mucho por hacer. Una regulación moderna que promueva y proteja los cambios tecnológicos, las ideas disruptivas e innovadoras es hoy más necesaria que nunca para salir de la crisis económica que nos ha dejado la pandemia.

Banner_azules
Reciba las últimas noticias de la industria en su casilla:

Suscribirse ✉