Cada vez es más evidente la necesidad de los gobiernos por innovar ante la escasez de recursos y el incremento de los retos públicos. En este afán, son muchos los esfuerzos que existen en el mundo para que los gobiernos se modernicen. Diversos proyectos de innovación aplicada al gobierno han sido articulados desde las organizaciones sociales, las privadas o los think tanks, otros por instituciones académicas y algunos más bajo un esfuerzo gubernamental de políticas públicas.
Un esquema que ha resultado especialmente innovador es el de los laboratorios GovTech, los cuales buscan hacer más eficiente y transparente la interacción entre la ciudadanía y las instituciones públicas, mediante el uso de herramientas tecnológicas, así como poner a la ciudadanía al centro de las decisiones.
Por un lado, esta propuesta impulsa el ecosistema innovador desde la demanda en las regiones en donde se implementa, pues el gobierno se vuelve un consumidor potencial de tecnología, y no sólo como un regulador o promotor de la oferta, como comúnmente lo hacen algunas políticas públicas dirigidas al fomento de industrias innovadoras.
Por otro lado, lo que resulta aún más relevante es el cambio en los esquemas tradicionales de contrataciones públicas, al abrir la puerta a startups locales a participar en retos tecnológicos para el gobierno y proveerlos, situación que tradicionalmente es dominada por empresas de gran escala internacional.
Globalmente existen ejemplos de ello, aunque aun pocos. En los últimos años se han creado laboratorios GovTech en lugares como el Reino Unido, Singapur o Madrid, por citar algunos, los cuales vinculan las necesidades de sus gobiernos con startups y pymes que pueden atenderlas.
Adicionalmente, el impulso internacional sobre el tema está creciendo, basta con googlear el término para identificar que organismos internacionales como el Banco Mundial, el Banco de Desarrollo de América Latina o el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros, están dedicando esfuerzos para impulsar esta visión, global y regionalmente.
El ecosistema GovTech plantea un panorama de crecimiento y consolidación. Si bien existen varias vertientes que impulsan la innovación pública, este esquema resulta propiamente nuevo por la forma en que se está desarrollando. El gobierno se vuelve consumidor de tecnologías, promotor de la innovación y mantiene un rol más activo en el desarrollo tecnológico de su región.
Habrá que ver los avances del sector en años siguientes, pero es de esperarse que al igual que las startups creadoras de soluciones tecnológicas en sectores en específico, como FinTech, EdTech, InsurTech, LegalTech, BioTech, entre otras, sean un punto de partida para entender hacia donde va la ola de negocios que ofrezcan soluciones tecnológicas particularmente para resolver los retos públicos de los gobiernos.
Sin embargo, los propios gobiernos deben prepararse para aprovechar los beneficios de este ecosistema. La creación de laboratorios GovTech es útil para implementar soluciones que ayuden a la gobernanza, pero también para desarrollar un sector que puede generar efectos positivos sobre la economía de la región de una manera sostenida, a través de la tecnología y la innovación.
