Innovación: Empresas que han sido disruptivas

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Google: Los frutos de la innovación

No fue el primer buscador del mercado, pero sí el más innovador. Como señalan desde Google, “nuestros esfuerzos siempre se han centrado en proporcionar la mejor experiencia posible a los usuarios. Cuando diseñamos un nuevo navegador o modificamos el aspecto de la página, lo más importante es asegurarnos de que todo el trabajo sea útil para nuestros usuarios”. Es la sencillez de uso llevada a la máxima expresión. Como afirma Carlos Domingo, en su libro El viaje de la innovación, “su algoritmo de clasificación de los resultados de búsqueda se convirtió en un producto de éxito comercial”. Para este experto, Google es un ejemplo claro de innovación abierta: “En el ecosistema global actual, la cadena de valor de los productos ya no depende de un sólo producto sino que tiene que ser una confluencia de innovaciones externas”.

Airbnb: los hoteles dejaron de ser la única opción

Aribnb desató la polémica en la mayoría de los lugares donde empezaba a operar. El motivo: que arrojaba del trono a los establecimientos hoteleros como únicos donde poder pernoctar los viajeros y turistas. Airbnb, con su plataforma digital, abría la puerta al sector a cualquier propietario particular dispuestos a ofrecer su inmueble como apartamento turístico donde alojar a otros particulares que contratasen el arriendo. Ellos conseguían los ingresos del cobro de una tarifa cobrada a anfitriones y viajeros. Lanzada en 2008 como modelo de economía colaborativa se convirtió en un negocio de grandes magnitudes alcanzando una facturación, en 2017, de 2.600 millones de dólares, un crecimiento que nadie consiguió parar, pero si lo consiguió el coronavirus en 2020 provocando el hundimiento de la compañía.


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Zara: Control total de todo el proceso de negocio

Inditex, el grupo propietario de Zara, podría vender cualquier cosa que se propusiera. “Su éxito ha sido conseguir ofrecer lo que el consumidor pide y, además, hacerlo en el menor tiempo posible, a un precio asequible y con una buena calidad. Algo que parece sencillo, pero complejo de realizar con éxito”, sostenía Carlos Domingo, autor de ‘El viaje de la innovación’.

Para este experto, “su estrategia es la de controlar todo el proceso (diseño, fabricación, distribución y venta) para acercarse de forma permanente a la demanda del cliente; algo que ahora puede parecer obvio, pero inconcebible entonces. Ese proceso les permite tomar decisiones ágiles sobre el surtido de prendas, incluso en cuestión de semanas, y no una vez por temporada, como el resto de fabricantes. Y Zara llevó esa estrategia a un extremo. Las tiendas tienen la capacidad de decidir el surtido de prendas y su adaptación permanente a los gustos de sus clientes. Y para el siguiente paso (internacionalización) fue crítica la creación de un sofisticado sistema de distribución y logística, que simplifica los pasos desde la producción hasta la venta”.

Uber y la ‘uberización’ de la economía

Aunque la empresa haya dado lugar al término ‘uberización’ para referirnos a una disrupción en el mercado, lo cierto es que, según muchos analistas, el caso de Uber corresponde más a una innovación incremental, es decir, una mejora sobre algo que ya existía, que a una disrupción o cambio de paradigma. Lo nuevo que aportó Uber al mercado fue la forma de utilizar el coche, optimizando cada viaje a través del uso compartido conectando a los interesados a través de una app. Actualmente Uber es la principal empresa proveedora de servicios de transporte a través de una aplicación, al menos hasta 2020 que también para la compañía californiana la pandemia supuso un fuerte mazazo.

Mercadona. El triunfo de las marcas blancas

Lo que empezó en 1977 siendo un negocio con 8 tiendas de ultramarinos acabó convertido 1641 supermercados, la inmensa mayoría en España y 20 en Portugal. La compañía es una de las grandes responsables del poder que han alcanzado las marcas blancas entre los consumidores españoles. Y es que una de las claves de la empresa liderada por Juan Roig ha sido crear y potenciar sus marcas blancas, ofreciendo una buena relación calidad-precio. El modelo de ‘Calidad Total’ de Mercadona es objeto de estudio en universidades de todo el mundo como la de Harvard o el MIT de Massachusetts, y su estrategia comparte manuales de economistas con firmas de la talla de Ikea, Amazon o Apple. La compañía cerraba el complicado año 2020 con un un beneficio neto de 727 millones de euros, un 17% más que el anterior. Actualmente, se encuentra inmersa en un proceso de transformación para impulsar un modelo de empresa más digital, productiva y sostenible.

Ikea: Cambiar el ciclo de experiencia del cliente

Fundada por Ingvar Kamprad en 1943, el sueco se hizo famoso por dos cosas: por lo tacaño que era -cuentan que compraba los yogures a punto de caducar para pagar menos- y por haber creado la mayor empresa de muebles del mundo. La cadena de megatiendas de muebles a buen precio, consiguió ser disruptiva atacando el ciclo de compra del consumidor. “Tradicionalmente, el ciclo de compra hasta ese momento en ese mercado era: ibas a la tienda, elegías un mueble, lo comprabas y lo encargabas, te lo fabricaban, te lo llevaban a casa después de un tiempo y te lo montaban. IKEA rompe ese ciclo de experiencia y hace que el cliente se lo pueda llevar a casa en el momento de la compra, haciendo hincapié en un concepto que se llama innovación valor”, apuntaba hace tiempo el emprendedor José Antonio de Miguel. Para este experto, Ikea supo diseñar una interesante experiencia en torno a la compra, donde el consumidor organiza su visita a la tienda como si fuera un viaje o una excursión. Ya decía Kamprad que “la felicidad es estar en el camino”.

Nespresso: Conseguir que la competencia pivote

Se puede ser disruptivo en un mercado como el del café? Nespresso, del grupo Nestlé, lo consiguió al diseñar un sistema que permite a sus clientes disfrutar de un buen café en su propio hogar, sin necesidad de acudir a una cafetería de calidad.

Según David Lacasa, socio y cofundador de Lantern “ha habido grandes disrupciones que nada han tenido que ver con la tecnología como piedra angular. Por ejemplo, Nespresso, que ha modificado y revolucionario por completo un negocio como el del café. Y no sólo ha modificado la posibilidad de que los clientes puedan tener en casa un café de cierta calidad, sino que también ha cambiado el modelo que existía hasta entonces en ese mercado y ha obligado a la competencia a desarrollar su propio modelo basado en las cápsulas”. Lacasa reconoce que “a tiro pasado, es fácil saber por qué han funcionado esos negocios, pero cuando se crean es difícil saber si generarán dinero. La clave está en observar a la gente para saber cuáles son sus necesidades y, a partir de ahí, generar otras nuevas”.

Netflix: el triunfo del streaming sobre el DVD

Netflix pasó de ser un distribuidor de DVD por correo, a convertirse en un proveedor líder de contenido por streaming y luego en un proveedor de contenido propio. A medida que las nuevas tecnologías permitieron a Netflix cambiar a la transmisión de video a través de Internet, la compañía fue ganando atractivo para los clientes, incluso para los que hasta entonces se habían mantenido fieles a Blockbuster. La opción de poder elegir entre una amplia gama de contenidos, sin límite de tiempo, en el momento elegido y a bajo precio era incomparable con lo que se ofrecía hasta ese momento. El éxito fue tan rotundo que acabó borrando del escenario a Blockbuster y todavía siguen celebrándolo aquellos que recuerdan las penalizaciones que tenían que abonar por no hacer la devolución a tiempo.

Aplicado al sector de la música, el mismo mérito podría atribuirse a la sueca Spotify.

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