Edge computing para dispositivos IoT necesita seguridad

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Según un informe de Análisis de IoT, hasta 11.300 millones de dispositivos de diversos tipos están actualmente conectados a Internet en todo el mundo. Los analistas esperan que esta cifra se duplique con creces a 27.100 millones para 2025, a pesar de la pandemia y la escasez de chips. Mirando más de cerca, está claro que el aumento de dispositivos industriales que se conectan a Internet está impulsando este auge, dice Nathan Howe, vicepresidente de tecnología emergente de Escalador Z.

El concepto de Internet de las cosas (IoT)

Es engañosamente simple, los dispositivos recopilan información de su entorno y la envían a un punto central para su procesamiento. Esto podría ser un sensor en su muñeca, por ejemplo, ya sea un reloj inteligente, una pulsera de fitness o un monitor de frecuencia cardíaca. La información se envía a un servidor para ser procesada y luego devuelta al remitente y posiblemente compartida con un conjunto adicional de servicios para su posterior análisis. Un proceso como este implica un verdadero tsunami de flujos de datos que requieren cantidades cada vez mayores de capacidad informática, lo que hace que aumenten los costes asociados. Este volumen de datos recopilados y enviados creará nuevas oportunidades en el entorno industrial, así como en el sector privado. En la industria, será esencial abrir nuevos caminos en términos de procesamiento de información en el perímetro.


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El IIoT, o Internet industrial de las cosas

Hace necesario que cada fábrica o línea de producción tenga una ubicación central para el procesamiento de datos. Los sensores, que se encuentran en una densidad de cada cinco a diez centímetros de equipo en un entorno de producción, generarán información que involucra muchos flujos de datos. Si los costos financieros y de latencia del transporte de estos flujos de datos deben mantenerse bajos, entonces este servicio debe ubicarse en el sitio y cerca de la fuente de datos, que es donde entra en juego la computación perimetral. Esto permite que la información se registre, recopile y procese localmente.

Por ejemplo, una carretilla elevadora se desplaza de forma autónoma por los pasillos de un almacén y utiliza sus sensores para medir la distancia a los objetos de su entorno. Si los sensores detectan un objeto o una persona en el camino, la carretilla elevadora se detiene. Sin embargo, esto desencadena un efecto dominó en el tráfico de datos, ya que todos los procesos asociados deben detenerse y reevaluarse cuando la máquina se detiene.

Edge Computing resuelve el problema de la latencia

El concepto de IoT depende de que la información fluya rápidamente. Cuantos más sensores estén involucrados, más decisiones hay que tomar simultáneamente, lo que luego afecta la velocidad del procesamiento de datos. Algunas decisiones deben tomarse en un abrir y cerrar de ojos, especialmente cuando se trata de cuestiones de seguridad. Por ejemplo, la velocidad de procesamiento en entornos críticos se establece en menos de 15 milisegundos, que es el tiempo que tarda una persona en oler algo y localizar ese olor en su cerebro. Cuanto más lejos esté la capacidad informática necesaria para el procesamiento del sensor, más difícil será mantener una latencia baja. Aquí es donde la informática perimetral resuelve el problema de las rutas de datos largas.

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