Mattel es dueña de una de las franquicias más famosas en materia de entretenimiento infantil: Barbie.
Aunque muchos lo desconozcan, en una época la industria mexicana de juguetes tenía en sus fábricas las marcas más deseadas por los niños. Fue una era en la que, a la industria estadounidense, el mercado mexicano no era de gran interés, entonces, -muchos la conocerán-, la mítica LILI LEDY, empresa nacional, tuvo sus años de gloria.
Nacida en la década de los años 50, en la colonia Cuauhtémoc del entonces Distrito Federal, una marca de juguetes con variantes para hombres y mujeres, que en la década de los 70 encontró su mina de oro al licenciar marcas como los Thundercats, Marvel, DC, Star Wars, y por supuesto, Barbie.
En 1967, la empresa consiguió los moldes originales gracias a un contrato con la empresa estadounidense y comenzó la producción de la que, en efecto, fue una muñeca original, la más famosa en la historia a nivel mundial, y que se hizo en México.
Al igual que las otras licencias fabricadas en México, el uso de los moldes era idéntico, salvo algunos colores que diferían de sus versiones norteamericanas.
Tan solo tres años después, fue Mattel quien decidió traer la muñeca al mercado nacional de sus propias manos, llamada por la marca nacional como Señorita Lili; piezas que actualmente son valoradas por coleccionistas.
Las piezas son conocidas como Barbies Mexicanas, para muchos que desconocen la historia de la marca, una falsedad en su totalidad.
Por supuesto, la muñeca norteamericana ha experimentado diversos cambios de diseño, y los moldes licenciados por LILI LEDY fueron apenas los utilizados durante ese periodo.
Tras diversos cambios y con la pérdida de sus licencias principales, en enero de 1985 LILI LEDY desapareció del mercado dejando en su historia a un montón de adultos felices.
