Inversión extranjera en el primer trimestre fue de US$236.2 millones

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Para 2022 la meta es de US$1.5 millardos, cifra arriba de los montos recibidos en años previos, pero inferior a los US$3.4 millardos captados en 2021.

En los primeros tres meses de 2022 el flujo de Inversión Extranjera Directa (IED) retrocedió 22.7 por ciento con respecto al monto recibido de enero a marzo de 2021 y fue US$134.5 millones menor a la cifra de inversiones confirmadas que anunció el Ministerio de Economía (Mineco)


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El Banco de Guatemala (Banguat) publicó que en el primer trimestre ingresaron US$236.2 millones en IED, es decir US$69.4 millones menos que hasta marzo del año pasado que registró US$305.6 millones.

Colombia y México fueron los principales países emisores de la IED con US$60.9 millones y US$59.5 millones; en tercer y cuarto puesto están Luxemburgo y Estados Unidos con US$37 millones y US$18 millones.

El sector que mayor flujo de capitales captó fue comercio y reparación de vehículos con US$82.3 millones, seguido de información y comunicaciones que recibió US$51.8 millones, es decir el 57 por ciento del monto total de IED del periodo.

Retrocesos afectan atractivo
Hay factores externos como la incertidumbre económica global como la pandemia, el conflicto en Ucrania y el alza en las tasas de interés que afectan el comportamiento de la IED, aunque el país mostraba una tendencia decreciente en períodos anteriores, comentó Pedro Prado, consultor de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes).

En 2013, el Banguat registró un cierre de las inversiones extranjeras por US$1.4 millardos y a partir de 2018 los montos recibidos fueron menores a US$1 millardo. El año pasado se elevó la cifra a US$3.4 millardos, principalmente por una operación en el sector de telecomunicaciones.

La inversión es necesaria para generar empleos a nivel nacional, pero el país debe priorizar las acciones para mejorar los indicadores sociales que se agravaron con el impacto de la pandemia, agregó Prado.

Cada vez más las inversiones van dirigidas a sectores que demandan habilidades en tecnología e informática y el rezago en educación, nutrición y pobreza dificultan atraer más capitales, pese a la estabilidad macroeconómica que muestra el país, señaló el analista de Asies.

Wilson Romero, investigador del Departamento de Estudios Económicos de la Universidad Rafael Landívar (URL), explicó que el deterioro en las capacidades humanas se suma a elementos como la ausencia de inversiones públicas en infraestructura básica, carreteras, puertos y aeropuertos; la corrupción y la delincuencia que alejan a los inversionistas.

La dinámica de generar ciudades intermedias es positiva, pero la conectividad hacia esos lugares resta competitividad, comentó Romero al añadir que la falta de un apoyo real a la pequeña y mediana empresa tampoco permite ofrecer encadenamientos a inversiones más grandes.

“Las estrategias de ‘nearshoring’ se pueden aprovechar, pero hay capacidades internas que se tienen que fortalecer“.
Pedro Prado, consultor Asíes.

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