El sector de vestuario y textiles impacta fuertemente en la economía nacional

Generación de 200 mil empleos en unas 330 empresas productoras y relacionadas, así como exportaciones por US$1 mil 581 millones en el 2021 son algunas cifras de Vestex.

El impacto del sector de vestuario y textiles en la economía nacional se puede medir desde varios factores: la operación de unas 330 compañías, entre productoras y dedicadas a servicios conexos; la generación de 200 mil empleos directos e indirectos; y la exportación a distintos mercados del mundo con cifras anuales que superan los US$1 mil millones.

Alejandro Ceballos, vicepresidente de la junta directiva del sector Vestuario y Textiles (Vestex), declaró durante el evento Apparel Sourcing Show 2022, que a marzo de este año, 2022, se registraron ventas al exterior por casi US$500 millones (33.6% más que en igual período de 2020).


Banner_frasco-suscripcion-800x250

Ello confirma una fuerte recuperación porque en los últimos años se venía creciendo a un ritmo de entre 5% y 8% anual, pero con la pandemia hubo un decrecimiento de -18%, pero la reactivación ya comenzó.

Oportunidades y retos

Entre las características específicas de este sector están que es muy flexible y resiliente, pues permite adaptarse rápidamente a las necesidades de los mercados internacionales, así como al tamaño de las órdenes requeridas y eso potencia su desarrollo.

Asimismo, porque cuenta con la mayoría de materia prima, procesos y accesorios en un mismo lugar, lo que permite contar con todos los suministros necesarios para cumplir las expectativas de los compradores.

Una de las grandes tendencias también es el nearshoring (tercerización de procesos productivos en empresas cercanas a la contratante), pues los clientes buscan visibilizar la cadena de suministros. Centroamérica se encuentra en una posición privilegiada para aprovechar esta tendencia y ya está empezando a hacerlo.

Además, la región CAFTA-DR (Centroamérica y República Dominicana) ha incrementado su participación en el mercado estadounidense de 9.96% en 2018 a 10.59% en 2021, mientras que la participación de China ha decrecido de 33.06% en 2018 a 24.03% en 2021.

Pero, por otro lado, Ceballos dio a conocer que este sector no se ha diversificado más, debido a la falta de infraestructura en los departamentos, principalmente eléctrica. Actualmente, las empresas están funcionando en la periferia de la capital, en municipios como Villa Nueva, San Miguel Petapa, Mixco y Palín, Escuintla.  “Aun así, en Guatemala hay 330 empresas de manufactura, entre textileras, serigrafías, bordadoras, confección y aditamentos”.

Carlos Arias, presidente de Vestex, añadió que el sector de vestuario y textiles ha jugado un papel fundamental en la recuperación económica del país, ya que continúa siendo el principal producto de exportación de Guatemala y la segunda fuente de ingresos, luego de las remesas.

Invierten US$41.6 millones, con tecnología y procesos novedosos se instalan en el país 

La textilera española Nextil Group confirmó su inversión en Guatemala con dos fábricas, que incluyen su instalación con moderna maquinaria en septiembre próximo y prevén empezar a operar en marzo del 2023.

La inversión es de 25 millones de euros en equipo nuevo (unos Q205 millones), pero en total, destinan US$41.6 millones (alrededor de Q318 millones) a esta apuesta, contabilizando también el traslado de maquinaria desde otras fábricas, terrenos e instalación.

Así lo explicó Manuel Martos, CEO de Nextil, quien expone las razones de elegir al país y la moderna tecnología que se usará en los procesos de producción.

¿Por qué buscaron invertir en otros países?

Estamos trasladando parte de nuestras fábricas de España y de Estados Unidos hacia Guatemala. Todo esto, detrás del movimiento nearshoring para poder estar más cerca de nuestros clientes en ambos lugares.

Estamos por iniciar operaciones, que son tan grandes, que no se logró consolidarlas en una sola ubicación por lo que parte de la fábrica está en San José Pinula y la otra, en Fraijanes. Será una innovación importante en el tema tecnológico y de valor a la tela producida en Guatemala.

¿Por qué eligieron Guatemala para instalarse?

Decidimos hacer una inversión en una zona que no fuera Asia, con tecnología nueva, y analizamos dos posibilidades: España o en Estados Unidos, pero por diferentes motivos no era viable. Estamos hablando de inversión en maquinaria de 25 millones de euros. Así que analizamos dónde se podría mantener el certificado de origen del tejido europeo y del norteamericano y era Centroamérica. Descartamos aquellos países que no tenían tradición textil y hubo dos factores que nos impulsaron: uno era el tamaño, porque es el país más grande de Centroamérica, y nos daba inicialmente una posibilidad de tener formación en buenas universidades y centros formativos, así como una base de personal para contratar.

Y luego, que dentro de Centroamérica es uno de los países más seguros, en términos jurídicos y físicos.  Vimos que habiendo una tradición textil, conocimiento y una base universitaria y profesional, no existía empresas que produjeran textiles dirigidas al mercado al que vamos con ropa íntima (lencería), baño y deporte técnico.

¿Cuándo empezarían a operar?

Ya estamos instalando maquinaria alemana en San José Pinula, y en Fraijanes sigue la construcción. Esperamos que lleguen máquinas en un mes para que en septiembre estén operativas.

La maquinaria va a tener una capacidad mínima de seis millones de metros de tejidos al año, que tiene un valor de entre US$20 y US$30 por kilo; son tejidos muy técnicos y difíciles de trabajar.

En la primera fase, que sería de aquí a marzo del año 2023, serán contratadas unas 200 o 250 personas directamente, el 99.5% guatemaltecas. La idea, igual que hacemos en Estados Unidos, Portugal y España, es que la planta y todos sus mandos sean locales.

Esperamos tener una segunda fase de expansión en el resto del 2023, de otros 12 mil metros cuadrados más en Fraijanes y dotarlos de más capacidades para fabricar tejido; y en un futuro próximo, también confección. Serán al menos otras 300 personas.

¿Qué mercado se atenderá?

Son mercados no masivos, de productos muy específicos para medical y productos de íntima cuyo valor es muy alto. Las producciones no son de 100 mil o 200 mil piezas, sino de unas 50 mil, pero con un valor muy alto. Por ejemplo, en confección nuestro precio medio está en 50 euros la prenda y el cliente la está vendiendo en 400 o 500 euros cada una.

¿Qué diferencia tiene el tejido?

Nosotros no utilizamos poliester o algodón. Podemos tener alguna fibra mixta, pero la que utilizamos es poliamida nylon 6 y poliamida 66, con un porcentaje muy alto de elastano, lo que llamamos lycra.

Hay tres puntos que nos diferencian de los textiles que existen Centroamérica y en Guatemala en particular: el alto porcentaje de elastano hace que el tejido no se pueda dejar caer sino que tiene que estar siempre con tensión porque si no, quedan marcas. Además, con el de íntima, un sujetador lleva siete tejidos de composición y de construcción diferente, pero todos tienen exactamente el mismo color. Entonces, la técnica que se aplica es máxima tanto a nivel de tecnología, como de conocimiento.

Y, por último, vamos a aportar una tecnología patentada, que es única en el mundo (Greendyes), la cual permite pintar con agua a temperatura ambiente, y en vez de utilizar 75 kilos de agua por kilo de prenda, sólo usamos un vaso.

Es un proceso que en vez de durar entre 4 y 8 horas, dura una hora o menos y no utiliza ni uno solo químico. Ahora estamos trabajando con primerísimas marcas mundiales para su lanzamiento en 2023 y la producción de los pigmentos de esa solución va a estar en Guatemala.

Trabajamos con las tres primeras marcas de deportes mundiales, con cuatro firmas de prendas de lujo top, varios grupos, las empresas más importantes europeas y norteamericanas de ropa íntima. En medical, fundamentalmente con empresas norteamericanas; y en baño, con el líder mundial en esa categoría, que es un grupo italiano.

Banner_azules
Reciba las últimas noticias de la industria en su casilla:

Suscribirse ✉