El 77% de los consumidores cree que cambiará alguno de los regalos recibidos durante la próxima Navidad, mientras que cerca del 20% contempla la posibilidad de devolver más de la mitad de los presentes, según una encuesta realizada por Savanta para Oracle.
Mientras que el 32% de los encuestados señala que planea devolver los regalos por correo, el 65% tiene la intención de devolverlos en la tienda física, dando a los minoristas de brick and mortar otra oportunidad para atraer a los clientes y aumentar las ventas después de las vacaciones de Navidad.
El éxito (o el fracaso) de un regalo depende de cuatro variables: el valor monetario, el tiempo invertido en conseguir el regalo, la energía mental gastada en planificar y escoger un regalo adecuado al destinatario y los costes físicos que implica conseguir el presente.
Las conclusiones del estudio realizado por los investigadores Henry S. J. Robben y Theo M. M. Verhallen dicen que los regalos que se perciben como más costosos en términos de tiempo y esfuerzo tanto mental como físico son los preferidos por quienes los reciben. Y, por el contrario, el valor monetario es el menos importante.
Si en un paquete se agrega un obsequio barato a uno más caro, se reduce el efecto positivo del segundo en quien lo recibe. Se le llama la paradoja del obsequiante.
“Quien regala sí que entiende que más es mejor (porque ofrece más), pero quien recibe el regalo entiende que si se ha tenido que añadir un segundo objeto al regalo, es porque el primero no tiene el valor económico que parece que tiene”, explica la profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, Neus Soler.
Para acertar al regalar, además de dedicar a cada obsequio el tiempo que se merece, la profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC Marta Calderero aconseja explicar por qué lo hemos elegido a quien va a recibir nuestro presente. «Es buena idea que cuando entreguemos cada regalo expliquemos qué queremos transmitir con dicho presente».
