Si hay un punto de quiebre en la historia moderna, hay dos conceptos en los que no pueden haber discrepancias: pandemia y guerra. El Covid-19 y la invasión a Ucrania fueron un catalizador también en los rasgos de los consumidores.
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El informe Trends Review 2022-2023 de The Cocktail sugiere que las empresas ya no priorizan la satisfacción del cliente sobre la rentabilidad del negocio. Se ha pasado de un mercado dominado por la demanda a uno dominado por la viabilidad de la oferta. El precio también se oscurece y resulta más complejo evaluar si la decisión de compra o contratación es correcta.
Pandemia y guerra
El consumidor español percibe una vida en la que se mueve en un espacio-tiempo acelerado y la narrativa cambia, lo que obliga a las marcas a desarrollar su capacidad de adaptabilidad. El nuevo consumidor se distancia de los escenarios rotundos y cerrados y se centra en consolidar su yo presente. Las palabras que se emplean son menos rotundas y dicotómicas, lo que permite matices y grados.
En cuanto a la sostenibilidad, los consumidores creen que el cuidado del medio ambiente debería ser impulsado por las instituciones y empresas, pero también se ha deteriorado su disposición a pagar por productos que respeten el medio ambiente. El consumidor está pasando por un momento de experimentación, de nuevos formatos y nuevas narrativas, predominando un carácter más emocional.
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En conclusión, los rasgos que definen al consumidor se modifican tras la experiencia de las 4 grandes crisis sucesivas y su intención es reconectar con espacios más amables que permitan ciertos estímulos más lúdicos y entretenidos. Los consumidores están dando pie a asumir cierta imperfección, entendiendo el entorno y bajando las exigencias con respecto a las marcas.
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